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- JiMin, yo no sé qué responderte, no quiero decir algo erróneo, no quiero tampoco ilusionarte o confundirte, necesito un tiempo para poner mis ideas en orden y espero lo comprendas, por favor -.

YoonGi terminó de comer sonriéndole, al contrario, esperando una respuesta.

- Oh, está bien... Al igual ni siquiera yo sé que deseo, pero así me siento, también estoy confundido -.

El Dios del fuego asintió sin despegar sus ojos gatunos de las sonrojadas y bonitas mejillas del menor, algo había, pero no sabía con exactitud qué era, podría ser cariño y ganas de proteger al menor como su pequeño hermano, o simplemente un gusto poco racional y carnal.

Ese día sutilmente aquel avión había entrado en pista y su destino era el amor, cosa que nadie podría evitar.

El relato continuo, dando a conocer pequeños momentos especiales para la pareja, el gusto que se fue intensificando, hasta el punto en que YoonGi probó por primera vez los dulces y suaves labios de su amado rubio.

Una tarde como cualquier otra, YoonGi gracias a un milagro se encuentra a petición del rubio en un rincón alejado del Panteón, el más pequeño había preparado un par de postres para compartir con el mayor.

— ¿Sigues huyendo de JungKook? —. Preguntó YoonGi tomando entre sus manos una flecha de plata de las que usaba el rubio.

JiMin reclamó sus labios por inercia mientras miraba al mayor. — Hummmm... Si, bueno, él cada vez es más insistente y mi hermano siempre hace que el este con nosotros, es muy incómodo —. Al final el chico hizo un puchero ante la imagen mental de estar con JungKook y no... No era para nada de su agrado.

— Pues que mierda —. respondió YoonGi poniendo sus ojos en blanco. — No sé porque pensar en que JungKook este cerca de ti me hace tener ganas de golpearlo —.

Las mejillas del rubio se tornaron en un color rosa carmesí y una pequeña sonrisa se forma en sus abultados y brillantes labios. — Tal vez porque también te gusto —. Comentó en voz baja mientras desviaba su mirada por toda las flores que los rodeaba.

YoonGi, quien seguía mirando la flecha sonrió y después dirigió su mirada al rubio, — ¿Existiría algún problema de ser así? —. Cuestionó el pelinegro mientras que dejaba la flecha a su lado, para tomar al rubio de las caderas y a traerlo a él, sentándolo sobre su regazo.

JiMin soltó un sonido de sorpresa al estar sobre el mayor, pero no tuvo mucho tiempo para reaccionar, pues el contrario acercó sus finos labios y los rozó con los suyos, comenzando un besos lento y apasionado, La manos de JiMin fueron al cuello de su querido YoonGi, mientras las manos del nombrado reposaban sobre la cintura del menor.

Al separarse del repentino beso, YoonGi sonrió, ante el gran sonrojo del menor, pues tenía hasta sus orejas rojas.— También me gustas JiMin y aunque temo que no soy tu mejor opción entre los demás Dioses, desde aquella vez que hablamos en el taller tus palabras no salen de mi cabeza y no te imagino con nadie más, no deseo que el que pueda besar tus labios sea JungKook, quiero ser yo el hombre que siempre esté para ti, no haré nada que no desees, solo déjame protegerte y amarte tanto como pueda... —

Al borde de las lágrimas el pequeño rubio sonrió y volvió a juntar sus labios en un beso. — Todo mi ser está lleno de un hormigueo inexplicable, YoonGi estoy maravillado ante tu caballerosidad y como sabiendo que me gustabas, tomaste tu tiempo para responderme, han pasado semanas desde entonces, tenía miedo de que me dijeras que solo me veías como un pequeño hermano —.

Un pequeño y dulce puchero apareció en los labios de JiMin, quien pronto fue llenado de besos cariñosos por parte de YoonGi.

— Necesitamos plantear la situación, conocernos más, te juro que mis intenciones no son malas, quiero algo estable... Bueno, mi precioso JiMin, estoy completamente encantado contigo, con tu forma de ser, con tus pequeñas manías a la hora de comer, adoro tu risa... ¿Sabes? Simplemente quiero tener algo bonito y duradero contigo —.

El rubio asintió, dejó un beso en la mejilla del mayor y después simplemente se abrazó a este con ternura.

— ¿Cuándo pasó eso? —.

Cuestionó HoSeok con intriga, pues veía con sinceridad que los dos acusados se veían con ternura y después noto a su hermano JungKook que miraba con odio la escena.

— Aproximadamente hace dos meses —.

Respondió sin vacilar YoonGi, quien tomó la pequeña mano del rubio y sonrió.

— ¿Llegaron más allá de solo besos? —.

Pregunto con un tono de desaprobación e intriga JungKook.

— Si, mucho más allá, solo fue una unión carnal, trascendió más allá de lo que tu podrías entender, porque jamás amaste a alguien como para experimentar todo lo que nosotros hemos pasado —.

Esta vez JiMin fue quien respondió, no tenía ni pizca de temor al qué dirán, aprendió bastante de su pareja, defenderse y darse a respetar, fue algo que el rubio aprendió de YoonGi, además de aprender a mover de una manera exótica sus caderas.

— Por favor continúen, ¿Cuál es esa conexión inexplicable de la que hablan? —. NamJoon cuestionó con una sonrisa en sus labios, la curiosidad carcomida al monarca del inframundo.

ORIGINS © ANÁNKE #1 YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora