Elizabeth abrió sus ojos, mareada. Tenía a miles de personas rodeándola, cuando oyó el ruido de los caballos del palacio. Se dió cuenta de la situación y rápidamente se puso de pie
Susan: Majestad, ¿está bien?
Elizabeth la miró, y asintió. Miró hacia los caballos que rápidamente se acercaban a lo lejos, y comenzó a buscar con la mirada a su caballo
Elizabeth: ¿y mi caballo?
Susan: Huyó. ¡oigan todos, tenemos a la princesa!
Elizabeth comenzó a correr, escapando de las personas que querían necesitadamente perseguirla.
Susan: ¡ESPERE, QUE NO ESCAPE! ¡LA RECOMPENZA DEBE SER NUESTRA, FORSYTHE VE!
Lo cierto era que muchas cosas habían sucedido en el último tiempo...
Una semana antes...
William: Así que Elizabeth...¿quieres ser mi esposa?
Elizabeth lo miró, sin comprender
Elizabeth: ¿qué? ¿quieres casarte conmigo?
William: Bueno...somos pareja. Claro que quiero casarme contigo. Ahora, dime. ¿tu serías mi esposa?
Elizabeth: Pero comenzamos nuestra relación hace una sem-
William: Cásate conmigo, Elizabeth. Porque por mi amor por ti es más grande que el tiempo.
Elizabeth no contestó, dudando
William: ¿no quieres casarte conmigo? creí que me amabas
Elizabeth: Sí te amo, William. Y...sí quiero casarme contigo.
William sonrió y le colocó el anillo en su dedo anular. Se miraron, y la besó con fuerza.
Minutos después...habitación de Elizabeth
Elizabeth y Evangeline se encontraban recostadas sobre la cama, en silencio
Evengaline: Estoy muy feliz por tí, Ell.
Elizabeth: Mhm...
Evangeline: ¿qué?
Evangeline se sentó, y la miró, sospechando
Evangeline: ¿quieres casarte, no es así?
Elizabeth: No lo sé, Ev.
Evangeline: ¿qué? ¿porqué?
Elizabeth: Siento que no es el indicado.
Evangeline: Ay Elizabeth...no hablas en serio, ¿o si?
Elizabeth la miró, y Evangeline rió
Evangeline: Hermana...no debes pensar con el corazón. Si no con la cabeza.
Elizabeth: Eso no es mi fuerte, ya deberías saberlo.
Evangeline: Lo sé. Pero debes clausurar tu corazón, Ell. Es lo mejor para todos.
Elizabeth: ¿y en que parte del "todos" entro yo?
Elizabeth se sentó, y la miró
Evangeline: Escucha. Sé que tal vez estás nerviosa por la boda...y comienzas a manifestar ciertas emociones raras. Pero tranquila, hermana. Si hay algo bueno en ser mujer, es que no debes hacer nada. Por ende, no debes preocuparte. Y créeme, eso es lo mejor que nos pudo haber pasado
Evangeline rió
Elizabeth: ¿estás escuchándote?
Elizabeth suspiró y se puso de pie, caminando de un lado hacia el otro
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1950
RomanceLa princesa Elizabeth pronto será reina de Inglaterra. Presa del horror que sabe que le espera vivir cuando se convierta en reina y deba casarse con su futuro esposo, decide escapar lejos. Sin embargo sus planes se ven interrumpidos por un humilde...