JUEGO MALVADO /// TAEJIN

6.1

Habían pasado un par de días desde que se vieron por última vez, seguían hablando por mensajes, quedaron en verse de nuevo para discutir algunos asuntos a las 7:00 pm.

Seokjin se bañó y después se puso unos jeans oscuros, una camisa muy elegante, sus botines favoritos y mucho bálsamo labial, últimamente los sentía un poco reseco, posiblemente era imaginación suya. Antes de salir tomó un bolso dónde guardaba sus cosas y al ver que comenzó a caer algunas gotas de agua en sus ventanas fue por un abrigo rosado y una sombrilla del mismo color.

Cerró muy bien su departamento, bajó hasta la cochera del edificio para entrar a su carro y dirigiese a dónde lo estaban esperando. Decidió prender el "clima" de su carro, ya que bajó mucho la temperatura, el cielo estaba nublado y habían colores fríos a su alrededor.

Al llegar le marcó al dueño de la casa para que le permitiera meter el carro en su cochera, su petición fue aceptada, estacionó el carro adentro, pero no quiso utilizar la puerta directa a su casa, decidió salir por la otra que daba al jardín y por lo tanto a la entrada principal.

Bajó con su sombrilla y bolso en la mano, él había estado muy calientito en su automóvil, solo esperaba no resfriarse por bajarse tan rápido.

Tocó la puerta y espero a que le abrieran la puerta, cuando escuchó la manija se mostró aún joven con una playera negra, pantalones de vestir, su cinturón y un reloj; además de ir descalzo. ¡Dios, su cabello de veía hermoso!

—Hola, adelante— Taehyung se detuvo para apreciar por un momento la divinidad que tenía enfrente, era tan perfecto su rostro como porcelana y un toque de rubor en sus mejillas, sus ojos brillaban más hermoso que una estrella, sus largas pestañas eran como dos abanicos finos. Y esos labios jugosos, que siempre lo llamaban.

Pudo ver que el mayor dejó su sombrilla afuera recargada en la pared e ingresó. Se quitó el calzado y sus calcetines también, y colgó su abrigo en el perchero.

—¿Quieres tomar algo? Tengo un nuevo vino muy rico ¿Gustas?— Se quedó embobado viendo la perfección del hombre que pasaba frente a él.

—Claro, estaría bien —Caminó a la sala y se sentó esperando a que le sirvieran la bebida.

Llegó con una tabla de madera muy elegante con algunos frutos rojos que se veían perfectos, fresas, zarzamoras, arándanos, bayas y cerezas naturales, además de un pequeño recipiente con algo de chocolate derretido.

Después llegó el castaño con dos copas en la mano y una botella de vino, se sentó a su lado, destapó la botella , se levantó por unas servilletas que se le olvidaron y después le sirvió un poco.

Era algo diferente combinar todo esto con vino, pero al probarlo fue tan armoniosa la sensación que te dejaba al final.

Derramó un poco de vino en su labio inferior, Taehyung se acercó y con los labios un poco abiertos los colocó sobre la gota y lentamente lamió el lugar, sin pasar la lengua por completo.

—Ten cuidado, te pueden ensuciar tu camisa por derramarlo — tomó otro sorbo a su copa y agarró un pedazo de fruta.—Oye quería decirte algo...

—¿Qué pasó Tae?— no quería alzar la vista, se había sonrojado mucho.

— Pasado mañana tendremos una reunión con Jungkook y sus abogados para cerrar bien el trato, después querrá ir a comer o celebrar, para que vayas preparado y cómodo...¿No te ha comentado nada?

—Mmmm, no he hablado con él— mintió, no hablaban mucho, pero siempre un par de mensajes por la mañana y por la noche estaban presentes— Pero si me llegó el aviso por parte de la empresa...