Capitulo II

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CAPITULO II

        Me volteo muy lentamente hacia la niña, con la guadaña en una mano y la otra, bueno, digamos que estaba algo roja. Ahora que veo bien a esa niña, siento algo de lastima por ella, parada allí, como un cachorrito sin hogar, con los grandes ojos verdes y los cabellos rubios largos cayendo desordenadamente por su rostro. Esta sudada, pareciera que no se ha bañado en dos días y la ropa que usa esta toda rota, además de que no lleva zapatos. Pero a pesar de todo eso, sigue siendo hermosa, al nivel infantil claro está.

        Guardo la guadaña y seco mis manos del pantalón, me acerco lentamente, evaluando cada movimiento de ella, no quiero darle la impresión de que también quiero asesinarla, ¿o sí quiero? , no, no quiero.

        Ella no está viéndome, está viendo más atrás de mí, y hay una tristeza en sus ojos, pero también hay tranquilidad y alivio, y se lo que está viendo, está viendo al tipo asqueroso y repugnante que acabo de asesinar.

        -Hola, ¿Cómo te llamas?- apenas dije eso, volteo su rostro hacia mí, había agradecimiento y al mismo tiempo frialdad en su mirada. - ¿estás bien?

        Ella asintió casi sin hacerlo, - estoy bien, gracias. - no me vio más de cinco segundos. - no tengo un nombre, o bueno eso creo. Él no me llamaba por uno, me decía cosita. - Se quedó pensando unos segundos y en ese tiempo mi corazón dolió ¿Qué clase de persona le decía a una niña que obviamente conocía cosa?- aunque... mi hermano mayor, el me llamaba Alena, pero eso fue hace mucho tiempo antes de que el me llevara lejos de mi hermano. Pero igual supongo que ese era mi nombre. Ese es mi nombre, Alena.

        Al decir eso me miró fijamente, como retándome a contradecirla, yo solo sonreí. -bien Alena, mi nombre es Allison, pero puedes llamarme Ally. ¿Tienes un hogar Alena?- ella negó sutilmente, y digamos que eso no me impresiono mucho.

        -aquí no, no conozco este lugar, él me llevo lejos del hogar que conocí alguna vez, luego nos instalamos en un sitio y luego vinimos aquí sin previo aviso. Nunca supe qué lugar era este.

        -bien, ¿sabes qué?, te llevare a un lugar, allí te limpiaras y veré si puedo conseguir algo de ropa y zapatos para ti.

        -gracias, Ally. - sonrió un poco, pero fue tan sutil que por un momento creí haberlo imaginado. - bien, vamos-. Me levante y la jale conmigo, pasamos por la tienda de armas y cuando llegue a la moto, me paralice.

        -mierda, olvide la moto. Alena, ¿te has montado alguna vez en una motocicleta?-ella negó. Demonios, bueno, no hay manera de que valla atrás, se caería en cualquier momento, así que supongo que ira adelante, sí, eso podría funcionar.

        - ¿Por qué crees que me caería si voy atrás? no soy tan torpe, puedo parecerlo, pero no lo soy- su expresión me dio algo de risa, pero no reí, estaba mas desconcertada por el hecho de ella supo lo que estaba pensando, ¿o lo dije en voz alta?

        - ¿Dije eso en voz alta?- digo, al momento ella dudo, pero luego sonrió y asintió como tratando de no reírse. Bien, por lo general no digo mis pensamientos en voz alta, tengo que estar cansada. -bien, entonces sube después de mí y sujétate bien, porque me gusta la velocidad, y el viaje es largo.

                                                                                                      ****

        - Bien Alena, aquí hay un baño, y ¡Wow! Tiene una tina y todo. Y mira tiene dos lavabos, y cuantas toallas, ¡Jesús! Esta casa sí que tiene de todo. - trate de animarla, pero todo lo que hizo fue pasar por mi lado y murmurar un simple estoy de acuerdo.

Red Eyes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora