Un año más, la escuela "Magister Maximum" da la bienvenida a cientos de alumnos de las seis regiones para que aprendan en control de la magia y que estén preparados para defender la paz como habían hecho los guerreros contra las gemelas.
Una de las chicas que se encuentra hoy en esa apertura de curso se llama Lydia, maestra del agua. Ella es una chica de estatura normal, tiene ojos marrones y el pelo castaño largo y rizado. Es un poco tímida pero tiene un temperamento muy fuerte y a veces se pone de mal humor.
Lydia se dirige a la presentación de las clases para saber cual será el aula donde dará las clases, con qué personas le tocaría y en qué cuarto de la escuela le tocaría quedarse.
Acabada la presentación, Lydia se dirigió a las listas en las que se decía en qué cuarto se quedaría cada uno. Lydia se buscó por toda la lista y cuando se encontró vio que decía: "planta 3, cuarto 62", y entonces, se dirigió a donde se iba a quedar.
Al subir a la tercera planta por las escaleras, vio un muro de agua y un cartel al lado que decía: "Este muro no se puede evaporar, no se pueda destrozar, solo un mago de agua puede abrir la puerta, y nadie más que los que posean este elemento pueden pasar". Lydia se acercó al muro, abrió sus brazos, y como Moisés con el Mar Rojo, las aguas se apartaron y pudo pasar. Al atravesar la puerta, sintió como si estuviese bajo el agua, las cosas flotaban, pero nada estaba mojado, y ningún aparato electrónico se rompía. Finalmente, llegó a su cuarto, no había nadie dentro, la habitación era individual.
Otro mago que por la mañana había llegado de la región de la tierra era Illionis. Era un chico muy reservado, que siempre lleva los ojos cerrados, tiene el pelo liso, de color negro y largo hasta la cintura; suele vestir con túnicas blancas con decorados dorados, y va descalzo a todos lados. A pesar de tener los ojos cerrados, gracias a su poder de la tierra puede ver todo a su alrededor, aunque no esté anclado al suelo. Tiene un carácter sereno y calmado.
Al igual que Lydia fue a la presentación, y al salir de allí pidió a un chico que si podía buscar en las listas ya que por los ojos cerrados lo que no podía hacer era leer, al encontrarle leyó en alto: "planta 2, cuarto 15". Se dirigió a la planta 2, al subir se encontró con un bosque oscuro en el mismo pasillo, y a un chico y a una chica con poderes de fuego entrando en el bosque, pero al rato volvieron a salir y decían que habían caminado siempre de frente. Lo volvieron a intentar pero ocurrió exactamente lo mismo. Illionis sin miedo alguno se adentró y apareció en un bosque gigantesco donde el sol se colaba entre los huecos que dejaban los árboles, había lagos, ríos, había una brisa agradable, sonaban los ruidos de la naturaleza por todos lados y además, los cuartos estaban en las copas de los árboles.
A la mañana siguiente ambos alumnos, Lydia e Illionis se despertaron con una paloma cada uno en su habitación diciéndoles en que aula tenían su primera clase, y casualmente, los dos la tenían en la misma aula, la 124 de la planta 4.
Al llegar los dos a la clase, casualmente y sin ni si quiera conocerse, se sentó Lydia en primera fila e Illionis justo detrás de ella. La primera clase de la mañana es: "Metamorfosis", y el profesor que la daba se llama, Jenofonte, como el escritor griego.
El profesor llegó a la clase, se trataba de un hombre de 57 años, bastante descuidado, con muchas canas. Nada más llegar dijo: -La metamorfosis es la magia más complicada que hay, pocos han sacado matrícula en esta asignatura, así que espero que podáis aprobarla. Hoy empezamos sin presentaciones la clase, ya os iré conociendo.
Cuando se vinieron a dar cuenta todos los alumnos el curso ya había empezado.