Kalinia se levantó esa mañana con un mal presentimiento, sentía como si una energía poderosa hubiese escapado de allí. Se levantó y fue a su bola de cristal, con la cual podía ver todo lo que pasó en la escuela.
Tocó la bola, y después de observar un buen rato por todos lados, se le vino a la mente por qué podría tener esa sensación de pérdida.
-Si es donde yo creo que han robado, la llevamos clara- se dijo para sí.
Volvió a tocar la bola y allí lo vio, un chico joven entrado en el cuarto secreto de la biblioteca, y cuando sale de allí sale con 3 papeles un libro.
-Las están buscando, están buscando las páginas del libro... Corremos un gran peligro, pero no debo informar a los alumnos por no montar un pánico colectivo en la escuela, solo debo dejar que los seis se reencuentren y ellos con su magia unida podrán detenerlos, y esperó que sea pronto, ya estamos a mitad de curso-.
La directora dudaba de qué hacer, todavía no sabía quienes iban a ser esos eligidos que ella esperaba para que los salvasen.
-Nuestros poderes contra la magia de ese libro no tienen nada que hacer-. Se dijo para sí.
Kalinia mandó un mensaje en paloma a cada uno de los profesores del consejo para tener una reunión y saber qué hacer.
Llegaron todos los profesores ante la directora, y empezó ella a contar lo que pasaba.
-Debéis saber que nos han robado las tres páginas que estaban en el cuarto secreto de la biblioteca-.
-Pero como las han robado, y en qué momento, casi nadie sabe de la existencia de ese cuarto- dijo Cerínea.
Ceriera era la profesora de la asignatura de Tácticas de combate.
-No sé cómo lo han llegado a saber- dijo Kalinia.
-Lo importante es que no hayan descubierto las dos salas ocultas que hay también en el edificio- dijo Jenofonte.
-Lo que debemos hacer es poner protección en los dos lugares que se encuentran las páginas-dijo Cerínea.
-Buena idea, mandaré poner guardia cerca del invernadero y dentro del cuarto de magos de fuego para protegerlas, no debemos permitir que roben las 7 páginas que faltan. No digan nada a los alumnos - dijo Kalinia. Queda concluida la reunión, tened cuidado y estad atentos- dijo Kalinia.
Todos los profesores se fueron. Cerínea al alejarse lo suficiente pronunció un conjuro y la imagen de la profesora desapareció, era la Bruja transformada en Cerínea.
-Ya sé donde se encuentran las páginas que faltan. Me sirvió haber lanzado un conjuro de sueño a la Cerínea real cuando le llegó la paloma- dijo la Bruja riéndose macabramente -Ahora solo queda trazar un plan para conseguirlas-.
El pánico había llegado a todos los profesores, y pronto al colegio, y también al mundo.