Miro nuevamente por la ventana y me pregunto ¿Qué hago aquí otra vez? Él no va a venir, exactamente como hace 10 años atrás. Tampoco sé que me hizo asistir a esa maldita reunión hace tres días. Vuelvo a ese momento exacto donde mi mirada conectó con la de aquella mujer a la que odio intensamente por tener lo que yo más anhelo y quiero llorar.
Tres días antes me dirigía a una reunión organizada por una ex compañera de colegio, no sé qué paso por mi cabeza al confirmar mi asistencia, pero ya estaba aquí, me dirijo a la casa que indica en la dirección que me pasaron y toco el timbre, la puerta es abierta por una muy embarazada Jenny y ella ríe al ver mi expresión al mirar su enorme barriga.
-Son gemelos - dice señalando su estómago y yo rio nerviosamente. - ¿Alex eres tú? - pregunta como si hubiese cambiado demasiado, en parte la entiendo los años no fueron buenos con ella y aparenta más edad de la que tiene y no estoy siendo mala, es ella la que finge no reconocerme con malicia en su voz, pero lo dejo pasar, no es algo que me importe después de todo se casó con mi ex y la pobre debe estar sufriendo, siempre fue un imbécil.
- Alexa, mi nombre es Alexa - digo sonriendo, siempre odie que me dijeran Alex, mi nombre es demasiado corto para que lo simplifiquen más.
- Lo siento, es la costumbre - dice sonriendo falsamente
- Tranquila, todo es culpa de mi ex que le encantaba que fuéramos Alex y Alex - digo riendo tontamente y puedo ver como su sonrisa se borra de inmediato. Ella se quita de la puerta para dejarme entrar y me recibe la botella de vino y la caja con el pastel de fresas que traje. Alex se hace presente y se queda paralizado al verme, su mirada recorre mi cuerpo sin pudor y me asquea, y yo que pensaba que este idiota era atractivo, sigue igual de idiota y ha ganado algo de peso que no se nota mucho por su altura, pero sus admirables abdominales no están, aunque sus enormes brazos siguen ahí, puedo notarlos mientras me rodean efusivamente.
- ¡Oh! nena estas aquí, es bueno verte después de tanto tiempo - dice apretándome y dándome un beso demasiado cerca de mi boca.
- ¡Hola Alex! - digo algo incomoda por la censura en la mirada de Jenny al mirar a su marido, que la ignora por completo.
- Ven, todos ya están aquí solo faltabas tu - dice tirando de mi mano hacia el jardín.
Al llegar todos voltean a verme, algunos me observan con curiosidad, otros con envidia, otros con incredulidad, pero entre todos ellos uno me mira de una manera que no puedo descifrar, su mirada es tan intensa que me produce escalofríos, que oculto con todas mis emociones, aquí vuelvo a ser la fría Alexa, a la que no le importa nada ni nadie, la Alexa frívola y superficial.
- ¿Miren quien está aquí? La abeja reina de Lexa Systems - dice Triana con desdén que todos parecen ignorar.
- Creí que era La princesa de hielo como te llaman en el mundo empresarial - dice Trevor burlesco, acercándose a mí y dándome un abrazo, creo que es uno de los pocos a los que aprecio de este grupo. A él suelo encontrármelo en alguna reunión o fiesta en el mundo empresarial como él y la mayoría lo llama.
- Y lo hacen, solo que tengo demasiados apodos para mi gusto - digo siguiéndole el juego, pero no me molesta en absoluto, eso hace que la mayoría me tema en los negocios y no jueguen conmigo solo por ser una mujer, soy letal a la hora de los negocios, pero solo en esa parte de mi vida.
Uno a uno me van saludando y es Tessa la que me obliga a sentarme a su lado, junto a las demás chicas, los hombres se encuentran cerca de un bar improvisado, junto a la mesa de la comida, Jenny se acerca y deja el pastel que traje, ya cortado en una fuente junto a los demás pasteles y tartas ha organizado la comida en dulce y salado de tal manera que de solo ver te llena el estómago.