Capítulo 7.

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Todo iba bien hasta que un vaso de vidrio se calló, sobre salte y me apegue más a Cole, sentí como empecé un poco a temblar, y para ser sincera yo era lo más cobarde del mundo, cualquier cosa hacia que me pusieran temblar, y a sobre saltarme, así que soy una persona muy nerviosa.

- Mierda, mierda, mierda. - Cerré fuertemente mis ojos, tratando de no prestarle atención a la película y al ruido que acababa de escuchar proveniente de la cocina.
- ¿Crees que fué un fantasma? - Me preguntó con una sonrisa burlona y mirándome.
- Probablemente. - Trague saliva. - ¿Iras a ver?
- ¡Nunca! - Me dijo casi al instante de haber terminado de preguntarle.
- Y pues... ¿Ahora que hacemos? - Me separe de él mirándolo.
- No sé, pero tengo hambre. - Me devolvió la mirada, mientras paraba la película, sabiendo que no íbamos a verla más por el hecho de estar hablando.
-La pizza está en la cocina, y no quiero ir. - Le dije con un poco de miedo y incomodidad junta.  - El más adulto debe de ir...
- ¿Piedra, papel o tijera? - Me retó.
- ¡Cole! ¡Se supone que eres el adulto aquí! - Le dije poniendo mis manos en mi cintura.
- ¡Okey, okey! Vamos los dos entonces.

Caminé detrás de el, aun con el miedo presente y apuntó de soltar un pequeño grito para ver si se iba el miedo de mi espalda.
Cogí la caja de pizza y salí corriendo con esta de nuevo a la sala, estaba muerta del puto miedo y quería volver ahí lo más rápido, después llegó Cole con dos vasos de gaseosa.

- Ya ví que no queres ver más la película, ¿Hacemos otra cosa? - Dijo cogiendo un pedazo de la pizza.
- ¿Como qué? - Copie su acción y mordi un pedazo de la punta.
- ¿Verdad o reto? - Su cara de picardía apareció haciéndome reír.
- Esta bien, ¿Verdad o reto? - Le dije empezando el juego yo.
- Verdad. - Tomó un poco de la sustancia del vaso de porcelana.
Pensé un poco. - ¿Sentiste algo sentimental por Debby? - Me referí a Bailey, la chica que hacia la serie con los gemelos en Zack y Cody. Hizo una mueca pero accedió a responder
- No, se me hace atractiva desde que soy pequeño, pero no sentí algo por ella, y más cuando pasábamos más de una hora al día juntos. - Una sonrisa pequeña de formo en su rostro. - ¿Verdad o reto? - Dijo continuando el juego.
- Reto. -  Elegí algo diferente para mi gusto.
Pensó un poco mirando hacia arriba. - Tenes que... Cantarme una canción. - Dijo para morder el último pedazo de pizza que sostenía con sus dedos.
- ¿Enserio? - Levanté una ceja y hice que me mirara con una sonrisa traviesa, tantas cosas vergonzosas que me podía poner y escoge esta.
- ¿Porque? ¿Te da miedo? - Dijo sonriendo aún con aquella sonrisa maliciosa.
- Es más vergüenza que miedo. - Reí bajando mi cabeza mirando mis muslos.
- Comiendo debes de tener confianza no vergüenza. - Dijo sonriendo, levantando mi cabeza por medio del mentón con su mano. Sus ojitos verdes reflejaban un brullito que provocaba ternura.
- Cerra los ojos. - Le dije tranquila.
Me miro alzando una ceja, pero inspeccionó por último mi cara y cerró sus ojos.
- No hay relojes capaces de frenar mis ansias locas, de quemar horas contigo... - Abrió los ojos haciendo trampa. - Cerra los ojos. - Reí y ví como negó.
- Para ser tan fea cantas bien. - Bromeó.
- Cállate. - Bajé mi cabeza riendo y tapando mi vergüenza en mis ojos. - Solo te cante unas palabras y vos no me dejaste continuar.

El silencio se fué al escuchar el click de su reloj, levanté mi mirada viendo a Cole con sus 18 años, sus ojos se veían con un poco de vergüenza, pero sabía que su alternativa era hacerme sentir mejor, y olvidara todo lo que había hecho anteriormente. Se levantó y me ayudó, me abrazó fuerte y diciéndome cosas en el oído, las cuales eran suaves y susurradas, con ganas de que solo sea audible para mi.
- ¿Queres ir arriba a la piscina? - Propuso aún sin romper el abrazo. Asenti sin dudas.
- Dale. - Me cogió de la mano y fuimos a la cocina para subír las escaleras y después del segundo piso ir a arriba para la piscina, metí mis pies al agua y después él, para a pegarme más a él, haciendome sentir segura. Mi cabeza estaba apoyándose en su hombro, y sus manos estaban apoyándose atrás de él para sostenerse.
- ¿Te puedo pedir un favor? - Le dije mirándolo y acomodando un poco su entre largo cabello.
- Sin problema. - Susurro igual que yo.
- ¿Podes no ttansformarte a tu yo de 18 años? - Dije sin miedo y la confianza que tenía junta en ese momento.






Ola jaja
La mierda es q gracias a la cuarentena volví, y con más ganas q nunca xd
Ojalá no cumplan en cuarentena
Mañana o + tarde hago una maratón de 10 cap y si jaja
Bai


¿Edad? • 𝗖𝗼𝗹𝗲 𝗦𝗽𝗿𝗼𝘂𝘀𝗲 • TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora