♢ "Desde que la vió, se prometió verla con su radiante y hermosa sonrisa, haría cualquier cosa con verla siempre feliz, y no le importaba si llegará a derrarmar sangre, lo que más importaba era verla contenta."
--Todo lo que he hecho Chaeyoung, lo h...
Jungkook atendía normalmente a su cliente, que resultó ser una chica, pidiendo que le hiciera una mariposa en la espalda. Siendo sincero, le incomodaba un poco, sabiendo que la contraria estaba sin polera, y sobre todo sin brasier.
Trataba de eliminar esos pensamientos, concentrándose en perforar la piel, haciendo su trabajo.
—JK~
—¿Ahora que quieres DK? Estoy apunto de terminar con mi clienta y vienes a distraerme.—dijo el chico mientras seguía en lo suyo, limpio con una toallita absorvente la zona rojiza.
—Relajate bro, hay una camioneta afuera esperándote.
Finalmente el pelinegro termino su trabajo para mirarlo, e indicarle que saliera, este asintió acatando la orden, colocó una crema especial en el tatuaje recién hecho y lo cubrió con un plástico protector. Cómo siempre, comenzaba a indicarle los cuidados a la chica con el tatuaje, está agradeció para luego colocarse la polera- sin que el pelinegro la viera- para luego salir del espacioso lugar para ir a pagar.
Esté comenzó a alistarse un poco, para luego despedirse rápidamente de sus amigos y salir del taller, viendo la camioneta. La ventana del copiloto se abrió, dejando a un pálido chico.
—¿Vas a subir Jeon?— este sonrió para luego abrir la puerta y adentrarse, viendo a sus amigos.
—Me alegra verlos a todos...— dijo Jungkook.
—Nosotros a ti Jungkookie, estás diferente.— habló una castaña.
—Tiene la misma cara de puberto.— habló Yoongi.
—No seas malo Yoon, ahora, ¿Cuál es nuestro destino?— pregunto un chico castaño de gran sonrisa, mientras miraba por el espejo retrovisor al chico de sonrisa cuadrada, a su lindo novio.
—¡Al aeropuerto!— chilló contenta Lalisa mientras estaba sentada en medio de la chica de castaños cabellos, y otra de rojizas hebras.
—¿Te pone contenta que vayamos a al aeropuerto?— pregunto Park.
—¡Es que no te puedo decir! ¡Vayamos rápido HobiHobi!— chilló nuevamente la tailandesa. Y el contrario asintió, para arrancar la camioneta.
Durante el camino, el grupo de amigos comenzó a hablar sobre su vida durante los siete años que pasaron distanciados.
—¿Cuanto cobras por hacer un tatuaje, Kook?— pregunto un chico de azules cabellos y sonrisa cuadrada.
—Dependiendo del tamaño de este Tae.— dijo el apodado quien estaba sentado en los últimos asientos junto al pelinaranja.
—¿Entonces cuánto costaría tatuarse el nombre de alguien?
—Barato, 30.000 wones.— el peliazul asintió para luego sentarse bien, dejando a los dos chicos confundidos.
—¿Qué han sido de sus vidas, chicos?— pregunto Hoseok quien iba al volante.
—Hubo un concurso de diseñadoras, y gané un día en Gucci.- dijo la castaña.— mi sueño siempre fue mostrar mis diseños a una marca tan importante.
—Oh, eso es algo muy bueno, felicidades Nini.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
