Gritos silenciosos.

9

Después de clases decido visitar aquel chico de la droga. Tomo el metro hasta su casa. Luego de varios minutos llego a mi estación. Todo esta tan solitario, parece un pueblo fantasma. Me encuentro en frente de aquella casa negra de puertas marrones, ahora que me pongo a pensar, es demasiado extraño ver una casa de este estilo. Toco el timbre, suena un espeluznante sonido, me abre aquel chico de la capucha negra. Se mueve a un lado en señal de dejarme entrar a su hogar.

Es una casa bastante elegante, tiene realmente buen gusto, hay decoraciones muy bonitas y que se ven bastantes caras. El muchacho es de dinero, la familia es de dinero, no es que el necesite vender drogas como para pagarse sus cosas o sostener a su familia, lo hace porque le gusta, probablemente le hace satisfacción destruir vidas.

-Que bonita casa tienes.- Digo para romper el hielo que se crea entre nosotros. El voltea a verme algo extraño y me doy cuenta que fue un comentario muy incomodo.

Entramos a lo que parece ser su habitación, tiene colillas de cigarillo por todas partes, botellas de alcohol y un olor verdaderamente asqueroso, todo esta bastante oscuro a pesar de que es de día. Se sienta en el suelo y me mira unos segundo en señal de que haga lo mismo. 

-Te enseñare a fumar.- Acto seguido se levanta y busca algo en su cajon cerca a su cama, saca un tubito casi lleno de marihuana, luego de eso saca un circulito, mete un poco de aquella cosa e el circulito y comienza a girar. 

-Así se tritura- Me dice, porque al parecer mi cara de confusion hablo por sí sola. Pone un poco en una pequeña pipa color azul, y comienza a fumar.

-Deberías recogerte el cabello para que no termine oliendo a marihuana- me dice aquel chico mientras le sale humo por la nariz- por cierto, me llamo Cameron. 

Hago una pequeña sonrisa tímida y en seguida hago lo que me recomienda.

-No inhales muy fuerte, sí lo haces toserás en seguida, solo haz como si estuvieras tomando un vaso de agua. 

Inhalo lo mas tranquilamente que pude, siento como me quema la garganta, sabe asqueroso y como el me advirtió, toso de una manera muy exagerada, el hace cara de asco pero no dice nada.

-En unos minutos sentirás los efectos.- Me comienzo a sentir muy relajada y se siente todo muy placentero.