Tiempo

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Alex se encontraba leyendo las instrucciones de los científicos, estos tenían la loca idea de crear una máquina del tiempo para poder evitar el día de la caída del meteorito, pero él no pudo evitar pensar egoístamente, tenía la loca idea de volver en el tiempo en el que arruino las cosas con su compañero policía, de solo recordar ese día se le humedecían los ojos.

Ambos se encontraban arreglando la propuesta de matrimonio, ya que ese día su amigo emplumado había llegado pidiéndole ayuda en la sorpresa que le quería hacer a su novia Dulce. Alex se encontraba nervioso, sabía que iba a cometer una locura, pero era por amor, así que estaba dispuesto a arriesgarse. Se acercó a Fargan y saco el anillo.

-Fargan,-Murmura dulcemente.- ¿Quieres casarte conmigo? ¡Cásate conmigo!-Comienza a reír nerviosamente, mientras ve como su amigo búho sonríe nervioso.-Fargan, escúchame, yo te voy a hacer mucho más feliz que Dulce, te lo digo.

-Alexby, no me hagas esto.-Dice Fargan incomodo.-Alexby, que estoy enamorado.

-Yo también, Fargan, yo también.-Sus ojos se humedecen pero agradece tener el casco para que el chico no lo note.-Y duele.

-Alexby, escucha, que yo te quiero...-Comienza a decir el chico acercándose al pelinegro.

-Pero yo no quiero ser la otra.

-No, no, que yo te quiero pero no de esa forma Alexby, te quiero como un compañero, como un hermano.-En este momento el chico del casco ya estaba hecho un mar de lágrimas, se comenzó a alejar del emplumado, pero este volvió a acercarse tomando suavemente su casco para que este estuviera frente su cara.-Alexby, escúchame.

-Denegado.

-Alexby, encontraras a tu gran amor.-Y Alex no pudo evitar sonreír amargamente a esa frase, y es que lo había intentado pero su corazón no podía evitar refugiarse en la imagen de su compañero emplumado.

Decidido a remediar ese día emprende su propia misión de crear una máquina del tiempo para evitar confesarse con el chico búho, para evitar enamorarse de él, y si era necesario volver al día en lo conoció estaba dispuesto a hacerlo, estaba harto de tener ese sentimiento de sentirse incompleto cada vez que lo veía.

Todos los héroes de Karmaland se encontraban reunidos en el campamento, casi todos, solo faltaba el pequeño pelinegro, ninguno de sus compañeros lo había visto en los últimos días y como todos estaban preocupados de sus asuntos ninguno había parado a pensar en él, hasta ahora.

-Chicos, falta Alex, ¿Alguien sabe que le paso?-Pregunto Vegetta preocupado. Todos se miraron entre ellos y negaron.

-Yo no veo a Alex desde que fuimos a hablar con los científicos.-Confeso Luzu.

Fargan no pudo evitar sentir culpabilidad, se supone que Alex es su amigo, que debería saber dónde está y si está bien, y una loca idea llega a su mente cuando imagina a Alex aterrado en las lejanías de Karmaland huyendo de los monstruos, lo imagina llorando y quiere correr a su casa para comprobar que está bien, para estrecharlo entre sus brazos pidiéndole perdón por ser un mal amigo.

-Bueno, supongo que debe estar ocupado con alguna cosa.-Dijo Willy intentando calmar el ambiente.-Si le hubiera pasado ya nos hubiéramos enterado, en este pueblo llegan más rápido las malas noticias que las buenas.-Todos asienten convencidos, todos menos Fargan, quien ya no pudo concentrarse más en la conversación de los chicos.

Cuando acabo la reunión y habían designado que haría cada uno todos se separaron, Fargan ni siquiera sabía que le había tocado, más tarde le preguntaría a Willy, pero ahora solo estaba concentrado en ir a la casa de su pequeño y ver con sus propios ojos que estaba bien.

fargexby osDonde viven las historias. Descúbrelo ahora