Ha llegado el domingo nuevamente. Las rutinas cuando las disfrutas generalmente hacen que el tiempo pase más rápido de lo normal.
Esta semana no he hecho mucho que digamos, el trabajo estuvo bien, pero el viernes cambio radicalmente mi percepción de lo que es una semana normal.
Enterarte que tu mejor amiga está pasando por una situación difícil y tú te vienes a enterar meses después, no es una buena sensación a tener para pasar un fin de semana tranquilo. Sumándole la culpa emocional por no darte cuenta por lo que estaba pasando.
Conozco a Gaby desde que estábamos chiquitas. Hemos pasado por muchas cosas juntas. La muerte de su padre, crecer, ir a la secundaria, el primer amor, el primer beso. En fin, esto solo me hace pensar que tal vez nuestro vínculo no es tan fuerte como antes.
Sin embargo ayer en la noche hablando con mamá, me di cuenta que puede ser una perspectiva diferente viniendo de ella.
- Es parte de crecer mi niña, independizarse. Y no solo hablo de vivir sola. La independencia emocional es parte del proceso.
Y ahí radica todo. Gabriela siempre fue la más fuerte de las dos. Siempre ha sido la que ha podido salir adelante en momentos de adversidad. Las cosas que ella ha pasado yo no la puedo ni empezar a imaginar. A mí, mamá me ha mantenido en una burbuja de protección toda la vida, ha estado conmigo en las noches cuando tenía miedo a la sombras y luego cuando el primer chico rompió mi corazón. En cambio Gaby tuvo que pasar por todo eso prácticamente sola. Mientras convivía con una madre cada vez más inestable.
- Creo que la taza ya está limpia. – escucho que me dice alguien detrás.
Me volteo inmediatamente. Es Mark, y veo que me está viendo con una sonrisa de medio lado pero con ojos interrogantes. Me doy cuenta que he estado aquí parada quien sabe cuánto rato pensando en mis cosas personales. Dios, necesito reestablecer mi cabeza.
- Sí, yo también creo que está limpia. – digo para mí misma y me volteo para ponerla en el lava vajillas.
Tengo que regresar a la actualidad, ya estoy en Café con Flor y hoy es mi primer día trabajando en conjunto con Mark.
Debo admitir que la compañía debería ser excelente si no fuera por mí. Acepto que ando más distraída de lo normal.
- Lo siento mucho, ando en otro mundo.
- No lo tienes que jurar. Pero entiendo. ¿Problemas en el trabajo?
- No, de hecho no. – el me mira expectante así que amplio un poco más. -Digamos que estoy descubriendo nuevas cosas de mí.
Veo que hasta ahora todos nuestros clientes, que no son muchos, han sido atendidos, pero necesito distraer mi cabeza con algo, así que no se me ocurre mejor idea de interrogar al nuevo.
- Mark, no eres de por aquí ¿cierto? – levanta una ceja.
- Eres muy inteligente, que nadie te diga lo contrario. – solo hago una señal evasiva con mi mano. Me he dado cuenta que es algo sarcástico. – Si, me acabo de mudar para este lado de la cuidad.
- ¿De dónde vienes entonces?
- Esa es una pregunta muy difícil de responder. – sonríe de un lado. – Nací en Escocia, en un pueblo llamado Stirling, luego de eso regresamos al país natal de mi padre Argentina, pero no nos quedamos mucho tiempo aqui. La mayor parte de mi vida la pase en Nuevo México, cerca de Albuquerque.
- Es por eso que hablas inglés y español fluido – aunque quería que sonara como una pregunta, fue más una afirmación.
- Y algo de escoces, por mi madre. – lo veo sorprendida y el solo sonríe. – Sí, ella había ido a visitar a su familia cuando se puso de parto.
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Más allá de lo Simple
Romance¿Están listos para vivir el mejor momento de sus vidas? Pues donde la mayoría diría un rotundo ¡SI! Saray lo pensaría y preguntaría: ¿qué tengo que sacrificar por eso? ¿Que si es muy pesimista? Por supuesto que no, pero ya esta viviendo un buen mom...