Habían pasado dos semanas desde que los Kim se mudaron a Seúl, estaban viviendo en una bonita casa posicionada en uno de los mejores barrios de la ciudad, gracias a la posición económica del detective.
Eran vacaciones de invierno, por lo que el mayor de los hermanos aprovechó para trabajar a medio tiempo cuidado niños del barrio, se le daba realmente bien. En cambio el pequeño castaño había estado refunfuñando toda la tarde, quejándose de su aburrimiento, así que decidió salir a un pequeño parque que se encontraba cerca de su casa.
Apenas llegó al lugar comenzó a balancearse en uno de los columpios, sonreía como hace mucho tiempo no lo hacía, estaba realmente feliz de que su vida fuera cambiando para mejor. Estaba tan entretenido que no notó la presencia de un pelinegro a su lado, que le miraba embobado y al igual que él sonreía, este último no porque estuviera feliz, sino simplemente porque aquel chico de sonrisa cuadrada había lograrlo ponerlo de mejor humor.
-¿Eres nuevo en el barrio?- Preguntó el pelinegro, para luego regalarle una sonrisa al castaño que lo miraba con los ojos y la boca ligeramente abierta de la impresión.
Se asustó, ese chico era muy guapo, casi tanto como su hermano SeokJin, pero también era un poco más alto y robusto que él, además no lo conocía y por un momento le recordó a los chicos que le pegaban en el colegio; así que despavorido se alzó del columpio y corrió a refugiarse en la casita del tobogán, manteniéndose agachado pues ese sitio era para niños más pequeños que él.
El pelinegro al ver el miedo en los ojos del otro, se sintió mal, hasta un poco ofendido »¿Él no daba miedo...o sí?« pero también sintió unas terribles ganas de conocerlo y mucha, pero mucha curiosidad. Se acercó lentamente al tobogán, subió las escaleras con cuidado y quedó a medias de esta para volver a dirigirse al castaño y notarlo en una esquina de la pequeña casita abrazando sus piernas.
-¿Cómo te llamas? No tengas miedo, quiero ser tu amigo- El castaño levantó la mirada lentamente hasta coincidir con los ojos oscuros que tenía en frente, al chico que le tendía una mano -Yo soy Park JungKook.
El castaño tomo la mano con un poco de recelo y se ayudó del pelinegro para salir de dónde estaba escondido.
-Yo soy Tae...Kim TaeHyung.
-Encantado TaeTae- Dijo entusiasta el más alto y le regaló una sonrisa por la cual asomaban tiernamente sus dientes delanteros, asimilando su dentadura a la de un conejito, lo que llenó de ternura al contrario quien ahora sí más confiado y mucho más feliz le regaló su típica sonrisa cuadrada y estrechó su mano.
Pasaron horas jugando en el pequeño parque, se contaron cosas de sus vidas, sus familias, gustos y así entre risas, descubrieron que el castaño es mayor por unos pocos meses, que tienen gustos muy similares en cuanto a películas y video-juegos, que sí, que eran vecinos y sin duda los dos implícitamente sabían que serían grandes amigos.
-¡¿Entonces si vienes de Estados Unidos eres nuevo en el colegio como hyung y yo?!- Preguntó Taehyung bastante ilusionado de no ser el único nuevo en la escuela y sin duda rebosante de alegría, porque aunque no se lo fuera a decir nadie, JungKook era su único y primer amigo en el mundo.
-Sí, soy nuevo, pero bueno al menos te conozco a tí...
-Sí, sin duda me tienes a mí- Respondió el mayor y comenzó a balancearse en el columpio hasta que sentió pequeñas gotas mojándolo, a decir verdad a él le gustaba mucho la lluvia, jugar en ella, los días nublados con su hermano en el sillón y quería compartirlo con su nuevo mejor -y único- amigo, pero el pelinegro en cuanto sintió las frías gotas caer corrió a refugiarse en la casita del tobogán.
-Tae! Ven! No te mojes te vas a resfriar, es invierno el agua está helada.
Taehyung corrió hasta donde se encontraba su amigo y con una sonrisa resplandeciente y empapado de pies a cabeza se sentó en el borde de la casita, en lo alto de las escaleras, con medio cuerpo al descubierto y el torso en el reducido espacio donde se refugiaba su amigo.
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Vladimir || VKook~KookV +18
Fanfiction"Era todavía demasiado joven para saber que la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnífica los buenos, y que gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado" Gabriel G. Márquez •°Contiene...