Vladimir || VKook~KookV +18

Capítulo 10

Como todas las mañanas, el sol entraba por el amplio ventanal de la habitación de la suite de aquel lujoso hotel. Al rubio siempre le había agradado despertar con algunos rayos en su cara, por lo que se estiró un poco en la cama, tallando sus ojos sin borrar la amplia sonrisa de su rostro. Miró debajo de la sábana que lo cubría y no se sorprendió al verse desnudo, la noche anterior había sido bastante movida.

Giró su rostro y notó el cuerpo que dormía plácidamente a su lado, no pudo evitar soltar una risita al ver que abrazaba una de las almohadas, de seguro había buscado abrazarse a su cuerpo pero lo primero que encontró fue eso. Apartó un mechón de cabello que cubría su rostro y dejó un casto beso en sus labios.

Salió de la cama lentamente, así no despertaría a su acompañante. Tomó la bata que descansaba en un sillón y se calzó con sus pantuflas.

Tarareando la canción de un K-Drama que habían visto recientemente pidió un desayuno para dos en el restaurante del hotel. Volvió a la habitación, encontrándose al chico en la misma posición, dejó la mesita para desayunos en su lado de la cama y dio la vuelta, arrodillándose cerca de la cara del contrario.

-Buenos días precioso- Susurró

El más bajo sonrió enternecido y sin abrir los ojos buscó los labios que le habían hablado para dejar un beso en ellos.

-Siempre haces lo mismo Vladimir- Musitó con la voz un poco ronca, debido a haberse acabado de despertar

-Siempre estás hermoso- Repitió y se levantó, buscando la mesita que había dejado antes para colocarla delante del recién despertado

-Ni siquiera me dejas vestirme!- Reclamó sentándose en la cama y tratando de cubrir su desnudez con la sábana

-Por favor Ilias, no es como si no te hubiese visto antes desnudo.

-Tienes un punto a tu favor- Tomó uno de los tenedores y comenzó a probar el desayuno.

-Podría perder si eso te hace feliz- Comentó llevando un trozo de fruta a la boca del más bajo.

-No tienes que hacer todo lo que me haga feliz- Rió, fijando su mirada en el chico que tenía delante, preguntándose qué había hecho para merecer tanto amor.

-Solo vivo para eso mi amor- Contestó sincero y apartó el desayuno, indicándole al pelirrosa que se acercara.

-Entonces espero que nunca me faltes, no sabría qué hacer sin mi novio favorito- Bromeó y sin importarle abandonar la sábana gateó hacia el más alto, quedado a horcajadas sobre él.

-Acaso tienes otro, Ilias?- Enarcó una ceja fingiendo molestia y apretó su trasero para que se acercara más -Dime su nombre, me encargaré de demostrarle que no debe meterse con los hombres casados.

-Aún no lo estamos, Vladimir.

-Pero pronto lo estaremos- Anunció serio y hundió su rostro en el cuello de Ilias, dándose el placer de olerlo -Y nadie nos separará.

-Nadie lo hará- Repitió, abrazando a su novio -Ahora suéltame, tenemos cosas que hacer.

-Quédemonos todo el día en la cama- Suplicó el rubio y lanzó al mas pequeño para acomodarse entre sus piernas riendo. Provocando a su vez que el desayuno se tambaleara y algunas cosas cayeran sobre las sábanas, pero eso no le importó a ninguno de los dos.

-S-sabes que...no podemos- Tartamudeó, sintiendo como su novio comenzaba a dejar un camino de besos y mordidas por su cuello para convencerlo -Vladimir basta! Hoy tenemos el desfile!- Regañó sin muchas fuerzas.

-No se le ve muy convencido Mr. Kim- Habló seductoramente Vladimir, haciendo uso de su voz ronca, sabiendo lo que causaba en todos

-No comiences- Lo regañó, sintiendo como ya bajaba por su torso -Lo de ayer fue suficiente, sexo entre desconocidos estuvo bien- Mordió su labio inferior, recordando la noche de diversión que pasaron