Capitulo Cuatro

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Leah seguía esperando a Ashton, ella lo consideraba un muy buen amigo, aunque todos creían que porque ella era la capitana de porristas y él el capitan del equipo de fútbol americano,  ellos como en muchas escuelas o hasta en novelas que ella leía,  ellos tendrían que estar juntos. Aunque ella no negaba que Ashton era un chico muy lindo, ella solo lo veía como un simple amigo e confidente. 

Hasta ese mometo un pensamiento llego a su cabeza, la llamada misteriosa de hace un rato, ¿quién podrá haber sido quien la llamo? ¿algún psicópata? ¿Mason? Pero era un número desconocido,  en ese entonces las posibilidades eran infinitas.

Clare que seguía observándola desde el piso superior, no dejaba de pensar en la profecía que los tenía en ese momento ahí,  entre los humanos. Le resultaba muy extraño varias cosas de la profecía y de lo que Sean les dijo.

"Miles de años pasarán,  donde la oscuridad tratara de dominar a la luz, pero en un cierto momento, se sabrá cuando empezar a actuar. Los elegidos, que aparentaran ser humanos por diecisiete años, ayudarán a los seres de luz en la guerra que se librará por el dominio del cielo y la tierra... Estos no tendrán un bando determinado,  por eso se enviará a siete ángeles,  que en la guerra uno traicionará a sus compañeros..." Los pensamientos de Clare fueron interrumpidos por el timbre de la casa de Leah, al parecer Ashton había llegado antes de lo esperado.

Aquí vamos.- Pensó mientras bajaba las escaleras. 

Leah apresurada fue a abrirle la puerta al chico, éste al ver que la puerta se abría sonrió de oreja a oreja, Leah al verlo saltó a abrazarlo y sin querer comenzo a llorar. Necesitaba un abrazo urgentemente. Necesitaba a un amigo y ese mismo era Ashton.

- Leah, linda, ¿Qué pasa?.- Le preguntó Ashton mientras le correspondía al abrazo, y trazaba pequeños circulos en su espalda. En su estómago sentía un zoológico entero con ese solo gesto de afecto por parte de ella.- Tranquila, ¿si? Aquí estoy, ¿quieres ir a comer algo?.- le brindó una linda sonrisa y ella asintió,  sin querer separase de ese abrazo. Sin darse cuenta que por lo menos había durado unos muy buenos cinco minutos. Se fueron separando poco a poco y Ashton la tomo de la mano, para llevarla a su auto.

Carter, que había visto aquella escena, sentía como su corazón gritaba de alegría. ¡Ese simple gesto había echo que sus corazones se llenarán un poco más de luz! O bueno que fueran eligiendo un bando.

-Calmaté, pensé que la nena era yo.- Se burló Clare a su lado.- deberías verte la cara, pareces una adolescente enamorada, y con las hormonas alborotadas.- Ella soltó una risita mientras Carter la observaba con cara de indignado.

-Cállate, que sabes que soy muy emotivo, más si son cosas del amor.- respondió el aludido con su pecho inflado de orgullo.- Además, si pudiste ver genio, con ese gesto, ambos corazones recobraron un poco de luz. Cosa que nos iría perfectamente, dah.- Hizo una mueca y ella solo nego con la cabeza.

- Como sea cupido, tenemos que seguirlos.- tras decir eso, ellos montaron en el auto que Ashton había llevado para su cita-no-tan-cita-con-su-amor-platonico.  Todo el camino no se dijo palabra, pero no era un silencio incómodo,  según pensó Ashton, era un silencio normal, en el que no importa el tiempo que se pase, podrían ser horas y horas y aun así no sería incómodo. 

- ¿Te apetece ir a comer una hamburguesa?.- Leah, que venía sumida en sus pensamientos, en sus emociones, volteo a verlo y pudo ver como sus ojos tenían un brillo que no había visto antes, sus ojos que tienen un color verde, se miraban más hermosos, más coloridos.

-Claro.- sonrió y aparto la vista un poco sonrojada, nunca había visto a Ashton de esa manera, ya que por lo mucho, lo concideraba su mejor amigo y confidente.- Ya sabes lo que me gusta Ash.- Sonrió de lado y encendió la radio.

War against darkness.© {Cancelada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora