– Aló. ¿Esta es la línea de quejas del Banco Gold? – Una de las incontables llamadas que llegan durante el día. Otra clienta enojada porque no sabe manejar su Tarjeta de Crédito. Compran aquí y allá, pero solo se enteran cuando les llega la cuenta a fin de mes, cuando colapsamos de llamadas.
– Señor, es que esto es urgente. ¿Usted no sabe quién soy yo? ¡Yo soy amiga del Gerente del Banco! –
Señora, y ¿usted sabe qué ha sido de mi vida? No lo creo, y lo mejor es no decírselo porque no le interesará y necesito en estos momentos el trabajo, más ahora que la pandemia nos tiene presos.
– Los voy a denunciar para que salgan en las noticias por esos intereses tan excesivos. ¡Ladrones! –
Por unos instantes mi mente dejó el cuerpo en piloto automático, después de escuchar la misma cantaleta.
Su 'urgencia' me trasladó a una real, como la sufrida por Anthony, aquel joven que se formó como jugador de fútbol en las polvorientas calles de su barrio.
Salió adelante haciendo trabajos en el mundo del hampa, porque el hambre ataca y no desestima víctima.
Por eso, el viejo 'Thony' tuvo que integrar una pandilla para ganarse los pesos para la comida, llevando y trayendo armas junto con su hermano menor, Miguel. La inseparable dupla apenas contaba con 8 y 14 años de edad.
Esa sí era una urgencia mi estimada clienta, porque esos pequeños eran presa fácil para la muerte, una bomba de tiempo en medio de las balaceras que se formaban en los alrededores de la comuna, todo porque su madre era una mujer de la vida fácil que se gastaba el dinero en licor y drogas, mientras que el padre se fue a comprar cigarros.
– ¿Me está escuchando? –, replicó la clienta.
Por un momento me desconectó del viaje y atiné a decirle: – Sí señora. Usted está en todo su derecho de reclamar. –
Fueron dos frases erradas que prendieron fuego a la dinamita, ya que era señorita y notó mi indiferencia en el teléfono para atender su 'urgencia'.
Esa explosiva respuesta me lanzó de nuevo a la infancia del viejo 'Thony', ese que venció el hampa y la drogadicción, además de sobrellevar por los campos de fútbol la prematura muerte de su hermano menor en un enfrentamiento de pandillas.
'Thony' me contó que ese día, junto con su hermano, fue a llevarle un encargo al líder de la banda, pero no se percató que los estaban siguiendo y cuando llegaron a la guarida se desató una balacera, con tan mala suerte que cuando intentaban escapar un disparo impactó en la cabeza del pequeño Miguel.
Fueron momentos trágicos para Anthony, ya que su madre pensaba que era una boca menos que alimentar. En pleno funeral, ella solo se acercó a mi amigo para decirle que ya estaba grandecito como para vérselas por sí solo.
A pesar de los baches, él salió adelante y se convirtió en uno de los mejores delanteros del país. Aunque me confesó que tuvo que mezclar el deporte con las pandillas, tanto así que llegó a vender marihuana y ocultar armas en los camerinos del estadio de su población.
– Gracias por llamar al Banco Gold, estimada. Ojalá que su 'urgencia' sea resuelta pronto –.
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Para Llevar
Short StoryPara Llevar es un libro de historias reales, y algunas no tanto, donde su protagonista evoca todos estos momentos, intentando lidiar con el encierro que vive a causa de una pandemia. Sus relatos lo harán navegar por un mar infinito de emociones.