Odiabas los lunes,y por más patético que sonara lo único que te gustaba de ese día era volver a ver a tu única y mejor amiga. Ella era la responsable de escuchar tus quejas mañaneras.
—Maldita sea Marrie,los lunes son de lo peor— te quejaste rodeando los ojos-. No sé como haces para venir sin quejarte o sin querer acabar con el sistema educativo que nos obliga a estudiar.
—Hoy tenemos matemáticas- habló la pelirroja caminando algunos centímetros delante de ti,ignorando tus palabras—. Y de seguro tú no hiciste la tarea.
—¿Marrie hablas enserio?...¿Había tarea?— preguntaste corriendo un poco para alcanzarla.
Habían sido amigas por cinco años,pero aunque tenías tus dudas pensabas que ella ya se estaba aburriendo de ti. Mostraba ciertas actitudes que te daban a pensar que la tenías harta.
—¡Marrie cariño! Te ves genial,como siempre— frunciste el ceño al encontrarte con el novio de Marrie enfrente de ambas,no soportabas a ese chico—. Veo que trajiste a tu mascota.— rió observándote de arriba a abajo.
—No la molestes Jake- sonrió Marrie—. Mira,¿porque mejor...no te adelantas hasta la clase y me esperas allí?— preguntó mirándote.
Aunque te molestara que siempre te dejara por su novio no hacías nada al respecto,quizás esos cinco años de amistad que tuvieron fueron en vano,y solo por un chico.
El timbre sonó y soltaste un pequeño suspiro en la puerta de tu salón en forma de queja por tener que entrar a la clase de matemáticas,era la peor materia para ti después de portugués.
Dentro de la clase se encontraban tus demás compañeros, menores que tú por la causa de que habías repetido tercer año. Digamos que tuviste problemas con la antigua directora para no decir que la golpeaste. En tu salón solo se encontraban dos chicos con tu misma edad,Jake y otro al cuál no conocías ni te importaba conocerlo en lo más mínimo,pero sabias que su nombre era Miles. A Marrie la conociste en segundo año,ella con trece años y tu con catorce. Ella era la típica inteligente del salón y el primer día de clases te había ofrecido ayuda para que pudieras terminar tu trabajo de matemáticas.
—Bien quinto año, hoy repasaremos números complejos y al final de la clase me entregarán la tarea que mandé hace una semana— habló la profesora mirando a ti específicamente cuando decía lo último.
Sentiste una presencia detrás de ti,y en ese momento recordaste quien era el chico que se sentaba en el asiento atrás del tuyo,Miles. Sin vergüenza te volteaste por completo,encontrándote con su mirada fijada en ti,como si te estuviese mirando hace rato.
—¿Pasa algo?- preguntaste refiriéndote a porqué te miraba tanto.
—¿Tú...crees que me pase algo?— preguntó para luego sonreír,a lo que tu solo pusiste tus ojos en blanco y volviste la mirada al pizarrón.
Sentiste una mini carcajada de su parte y sonriente por eso. El timbre de cambio sonó,y por suerte tenías media hora de descanso antes de la siguiente materia.
—Ejem...No veo su tarea aquí.— escuchaste decir a la profesora,seguido de tu nombre.
—Señorita Higgins...No la hice.— contestaste volteándote hacia la mujer.
Un risa hizo que ambas miraran al fondo del salón,encontrándose con el chico de cabellos negros y rulos en el.
—Lo siento— se disculpó sonriendo y acercándose al escritorio de la profesora con dos hojas en su mano—. Hey,ayer cuando fuiste a mi casa te olvidaste la tarea,deberías estar más atenta.— frunciste el celo mirando a Miles confundida.
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𝐘𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫𝐦𝐞~
Teen Fiction𝙸𝚖𝚊𝚐𝚒𝚗𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝙼𝚒𝚕𝚎𝚜 𝙵𝚊𝚒𝚛𝚌𝚑𝚒𝚕𝚍- 𝙰𝚞𝚗𝚚𝚞𝚎 𝚎́𝚕 𝚝𝚎 𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊,𝚗𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚎𝚜 𝚗𝚎𝚐𝚊𝚛 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚞́ 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒𝚎́𝚗 𝚕𝚎 𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚛𝚎𝚜𝚙𝚎𝚌𝚝𝚘 𝚊 𝚖𝚞𝚌𝚑𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜...