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Johnny

Nuestro grupo ocupó dos filas de asientos del auditorio al aire libre. Me aseguré de sentarme lo más alejado posible de Sungmin, por lo que terminé sentado al lado de Kyuhyun. Yifan estaba sentado junto mí hasta que vio a Bambam. Luego convenientemente desapareció. Desde que Bam aplastó su trasero, él se aseguró de mantenerse fuera de su camino.

Estaba tratando de prestarle atención a lo que el chico detrás del podio decía, de seguro era todo muy inspirador y toda esa tontería, pero mi mente seguía yéndose a la deriva cada vez que veía la parte posterior de su cabeza. Era ridículo lo enamorado que estaba de ese chico que era todo un grano en el trasero.

-Aguanta esto por un segundo-dijo Jongin, pasándome al pequeño Taeoh mientras hurgaba en la bolsa de pañales.

Giré al pequeño en mis brazos, notando la etiqueta de la cara sonriente en su frente.

-¿Qué pasa con la pegatina?.

Jongin miró y sacudió la cabeza.

-¡Subin!-llamó por encima de su hombro.

Subin saltó del regazo de su abuelo y se apresuró.

-¿Sí papito?.

-¿Has estado decorando a tu hermano otra vez?-le preguntó a ella.

-No señor-respondió ella-Papi lo hizo.

-¿Dónde está Kyungsoo de todos modos?-Kyuhyun preguntó, mirando a su alrededor.

El hombre en cuestión apareció de repente, luciendo irritado y jadeante.

-¿Puedes creer que me hayan revisado?.

-¿Que pasó?-regunté, dejando que Taeoh envolviera su mano alrededor de mi dedo.

-Tan pronto como escucharon mi nombre, la seguridad se llevó mi pañalera-explicó-Como si tuviera algo allí además de biberones y pañales sucios. Además, si vas a sacar algo en una graduación universitaria, lo planeas antes de la ceremonia-se sentó en la silla vacía entre Jongin y yo.

-¿Pusiste esa pegatina en la cabeza de Taeoh?-le preguntó Kim.

Se dio la vuelta y frunció el ceño a Subin.

-¿Me delataste?.

-Yes, Sir-respondió ella. La niña era la niña más honesta del planeta.

-Ven aquí-gruñó juguetonamente, levantándola sobre el asiento y en su regazo-Nosotros tenemos que permanecer juntos, no delatarnos. Recuérdame que te enseñe cómo evitar responder preguntas.

Miré al niño en mis brazos.

-No hay esperanza para ti, amigo-entre sus padres y sus familias, él iba a estar tan loco como el resto de ellos.

-Dame a mi caso perdido-se rió Jongin, llevándolo de vuelta.

Estaban empezando a gritar los nombres de los graduados, y noté que faltaban un par de personas.

-Soo, creo que perdiste a uno o dos hijos-no vi a Jisung ni a Moonbin en ningún lado.

Él me hizo callar, mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie más escuchara lo que había dicho.

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