Imposiblemente posible

Capitulo 1 - El comienzo

Estuve esperando estas vacaciones por mucho tiempo, hace mucho no me iba con la familia de Amanda al campo. Cuando íbamos en primaria éramos mejores amigas pero por una situación que prefiero no recordar nos distanciamos, este ultimo año nos volvimos a hacer muy cercanas y me invitó por dos semanas a su casa de campo con toda su familia, como en los viejos tiempos.

Debía armar mi bolso ya que partiríamos al campo en dos horas. No se por que estaba nerviosa, recordé que tiene un hermano 4 años mayor que nosotras, era mi amor prohibido e imposible en mi infancia y sé que para él yo siempre fui solo la amiga molesta de su hermana menor. ¿Como se llamaba? ¿Tomas? ¿Diego? ¿Martin? Si, definitivamente se llamaba Martin.

- ¡Olivia en media hora te tengo que llevar a casa de amanda!- me dijo mi madre
- ¿Como?- grité sorprendida
¡Dios mío, había visto mal la hora! Me fui a dar una ducha rápida y metí la ropa en mi bolso muy apresurada.
Okey, cepillo de dientes, pasta dental, desodorante, maquillaje ¿Que me podría faltar? ... Casi lo olvido mi perfume favorito, sin el no sobrevivo.

- ¡Es hora, ven rápido Olivia no podemos llegar tarde!- Me gritó mi madre
Agarré mi bolso, me miré al espejo y sonreí. No soy la chica mas linda de mi escuela pero bueno, fea no soy. Pelo castaño claro con ondas, me llega hasta abajo del hombro, mis ojos son oscuros, casi negros, soy alta pero no excesivamente, estaba vestida con un vestido rojo, mi favorito.

Salí de mi habitación y corrí por las escaleras de mi casa, fui al estacionamiento y mi madre estaba dentro del auto, y vi su rostro en la ventanilla mirándome con cara de desaprobación, la entiendo, a mi también me enfada bastante la impuntualidad. En el camino puse Avril Lavigne, mi cantante favorita. Nos fuimos cantando todo el camino con mi madre ya que a ella también le gusta mucho su música, era la música que ella escuchaba en su juventud.

Por fin llegamos a la casa de Amanda, justo 3 minutos antes de la hora que nos habían pedido sus padres que lleguemos.
-Pásalo bien Oli, disfruta y recuerda llamarme todos los días para decirnos buenas noches a tu padre y a mi- me dijo mi madre
- Mamá ya tengo 16 años, ¿No te parece que estoy grande para seguir haciendo eso?- le contesté
- No me importa, siempre serás nuestra niña pequeña - me respondió - Por favor cuídate , no hagas lío, pórtate bien y recuerda siempre ser respetuosa y ofrecerle ayuda a los padres de Amanda- esto es lo que mi madre me dice siempre desde que tengo memoria, cada vez que voy a alguna casa ajena.
- Así será mamá, te quiero mucho, nos vemos- le respondí, fue muy sincero lo que le dije, la quiero muchísimo, es una mujer admirable. Es la mejor madre que me podría haber tocado.

Salí del auto, saqué mi bolso del asiento de atrás y caminé hacia la entrada de la casa de mi amiga. Toqué el timbre que hay afuera de la puerta.
-¿Quien es?- me respondió una voz ronca y masculina que me puso los pelos de punta. Definitivamente era el, Martin.
-¡Hola! Soy Olivia, la amiga de Amanda - respondí con la voz temblorosa.
La puerta se abrió y entré al jardín delantero de la casa, era una casa muy grande, con ventanales largos y muralla de piedra.
- ¡Por fin llegaste! - me gritó Amanda desde la puerta de su casa y corrió a abrazarme.- Saldremos en 10 minutos, te acompaño a dejar tu bolso en el auto- me dijo con entusiasmo.

Cuando llegué al estacionamiento donde estaba el auto de Amanda vi una espalda grande, miré hacia arriba y había una cabeza con cabello muy corto, castaño oscuro. ¡Ay no, no puede ser que sea el! Vi como se dio vuelta y pude apreciar su increíble rostro con las facciones mas masculinas y perfectas que había visto en mi vida. Me fulminó con sus ojos ¿Verdes? ¿Azules? No lo sabía, lo único que sabía es que eran impresionantes y sus gruesas pestañas lo eran aún mas. Me di cuenta de la cara de enamorada con la que lo estaba mirando y desvíe rápidamente mi mirada.