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Otro hermoso día en el maravilloso pueblo de Karmaland que aparenta tranquilidad y balance.

Abrió sus ojos avellana al sentir los primeros rayos de sol colandose por las ventanas de su habitación. Que buen sueño había tenido, no quería demorarse mucho en empezar su día pues justamente ayer se había enterado que alguien nuevo se mudaba a Karmaland, y quería recibirlo para ayudarle en su estadía; antes de levantarse se imaginaba y preguntaba una vez más que clase de persona sería el nuevo ¿sería amable?, ¿lindo?, ¿misterioso?, ¿alteraría la falsa paz?, no lo sabía con certeza; despejó esos pensamientos y se levantó para darse una ducha, quería estar limpio y causar buena impresión, después de todo se postulaba para un puesto muy importante en Karmaland, el puesto de la alcaldía; no tenía mucha competencia y se veía capaz de ganar.

Pero había algo que perturbaba a Luzu de vez en cuando, tenía lagunas en sus recuerdos, solía despertar a las 3am, y en ocasiones había oído un susurro en su mente incitandolo al mal; había estado mejorando con la terapia, pero debido a la distancia con la ciudad dejó de asistir a las sesiones, se sentía bastante tranquilo, pero ciertas inseguridades le atacaban de vez en cuando, especialmente cuando veía destrozos en la ciudad o cuando recordaba que las elecciones no tardarían mucho en suceder.

Después de la ducha se dirigió a la cocina para prepararse un desayuno y ver a sus animales,

-¡Manolo!- exclamó al ver a su lindo cerdito en la cocina, el animal lo miró, obviamente no emitió palabras,pero no era necesario- Hoy llega alguien nuevo a Karmaland, tengo curiosidad de saber quien será, tal vez salga solo para verlo, ¿Tú que opinas? - el animalito lo miró con ojos abiertos y mirada expectante, tenía hambre- claro, claro, comeremos y después iré por unas cosas al pueblo- dicho esto procedió a sacar la comida y empezó a preparar un buen desayuno.

-Bien, iré al pueblo Manolo, regreso en un rato- acarició al cerdito antes de tomar una mochila y poner unos cuantos Karmas de oro, plata, y también algo de diamantes por si hacían falta; abrió la puerta de su casa y caminó hasta llegar a las escaleras que le permitirían bajar de su montaña, se quedó un rato admirando la vista, se sentía muy bien poder ver el pueblo desde esa altura, sin nada que tapara la vista como murallas o esas cosas, después de un rato se dispuso a bajar; al llegar a terreno plano divisó a alguien extraño cerca de la zona, no sabía bien quien era, así que caminó hasta él y lo saludó.

-¡Hey!, ¡Hola!

Un chico de cabello negro y ojos café oscuro volteó al escuchar estas palabras, dudó un poco pero contestó de manera agradable.

-¡Heeey!, hola, ¿vecino? mucho gusto soy Auron, acabo de mudarme - le ofreció una sonrisa abierta, lo que hizo que el castaño se sonrojara un poco.

-Oh, shit- habló por lo bajo- gusto en conocerte Auron, soy Luzu - le devolvió la sonrisa - debo admitir que me picó la curiosidad, espero tu estadía aquí sea agradable y si necesitas algo, no dudes en pedírmelo, ¿vale?

Al azabache le pareció un gesto lindo, después de todo no sabía las gran cantidad de cosas que le esperaban en este pueblo.

❝ ─Злой ⌇.ᶻˡᵒʸ	〔Evil Luzu〕- Pausada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora