❝ ─Злой ⌇.ᶻˡᵒʸ 〔Evil Luzu〕- Pausada.

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Auron había terminado de instalarse y dar un vistazo por la ciudad, conoció sólo a dos habitantes, Vegetta y Luzu que le habían dado la bienvenida, claro, Vegetta como siempre muy educado y correcto, Luzu siendo amable y con una sonrisa que había encantado al azabache, pero algo inquietaba a Auron desde que vió a Luzu, se veía como un chico dulce en todo aspecto, piel un poco bronceada, cabello castaño y algo desordenado y sus ojos, su mirada no era totalmente pura, Auron notó esto al verlo, no sabía bien si era imaginación suya o si en verdad había algo raro, tal vez ya se conocerían mejor luego, después de todo acababa de llegar.

Mientras tanto en casa de Luzu no todo iba de maravilla, después de darle la bienvenida a Auron y comprar lo que le hacía falta volvió a casa tranquilamente, sacó las cosas, las acomodó y fue a su habitación para cambiarse, tenía que hacer unas cosas en su huerto y darle un vistazo a su producción de vino; pero al entrar a la habitación, vió algo que lo dejó confundido y asustado.

-¿Pero qué?, ¿Qué cojones tío? - dijo con asombro, y como no, si vieras tu ropa ensangrentada y con un cuchillo considerablemente afilado al lado de éstas, reaccionarias igual, o peor- shit..¿Cómo no vi esto antes? -dijo con desesperación - ¿pero de donde ha salido esto tío?, ¿si quiera es mío? - tomó con cuidado las prendas y las extendió, era obvio que le pertenecían, y no sólo eso, era la misma ropa que había usado ayer, pero, ¿cómo?, lo último que recordaba era ponerse su pijama e irse a la cama.
-Vamos, mierda, recuerda.-Se puso en cuclillas y con su cabeza entre sus manos cerró los ojos e intentó recordar.

Una sonrisa burlona se formó en sus labios.
-Vamos, dime dónde puedo conseguir el libro, escoria.

Había un hombre atado a una silla, estaban dentro de una casa, una de madera.

-Y-ya le d-dije q-que no s-sé d-donde - dijo con un claro tono de miedo y con sollozos.

-Eres un viejo bastante mentiroso eh, pero fácil de asustar-sin dejar de sonreír y acercandose peligrosamente a él con el cuchillo en mano, lo puso en su garganta. -Si tu no sabes alguien debe saber, ¿o no?- espetó con odio y desesperación, este viejo comenzaba a irritarle.

-S-sí, h-hay u-un hombre e-en Karmaland, e-en l-las afueras, t-tiene lo q-que usted b-busca.

Una sonrisa más grande se apoderó de su boca.

-Bien, bien, dime más, indicaciones, ¿dónde se encuentra? - dijo aparentando calma pero seguía presionando el cuchillo sobre la garganta del hombre.

-E-es d-detrás de la c-casa d-de Mangel. -dijo casi llorando, no quería morir, no así, a manos de un chico extraño con tendencias psicópatas, no, no, no.

-Bueno, muchísimas gracias por tu ayuda, ha sido espectacular-dijo despegando el cuchillo solo un poco- pero, no quiero que abras esa sucia boca para decir lo que pasó aquí, no, no, no-el de pelo castaño soltó una risa amarga- tu ayuda no es solicitada más, basura- espetó con odio, y antes de que el hombre pudiera suplicar por su vida, el castaño cortó su garganta; la sangre salía a chorros, manchando su cara y ropa.

Salió de sus pensamientos un poco aturdido, ¿había matado a un hombre?, ¿Qué mierda?, ¿para qué?, ¿Qué era eso que parecía buscar?, en todo esto Luzu se había dado cuenta de algo, en todo momento había sido espectador, nunca vió a través de sus ojos, se había visto a él hacer eso, ¿Qué cojones?; de un momento tomó la ropa manchada, el cuchillo y se levantó bruscamente, iba a limpiar eso no quería que nadie se enterara, tenía los nervios al tope, estaba temblando, sentía un nudo en la garganta, mierda, antes de llevar la ropa al baño se paró en seco, su respiración estaba demasiado agitada, temblaba, sudaba y le dolía el pecho -oh shit, no, no, no ahora- cayó de rodillas junto con la ropa -Controlate Luzu, respira-intentó calmarse pero no podía, sentía que moriría ahí mismo.

Hola, ah, espero esto les guste, y les agradecería mucho si votaran, voy empezando y pues eso, hasta la próximaaaa, gracias por pasarte por aquí.