ELLA ES LEE CHAEYEON

39

CONTACTO

- ¿Cariño en que piensas? - pregunto Seungkwan tocando la mano de Yena al ver cómo su bonita novia se veía un tanto distante hacía el, como si pensara en otra cosa

Yena le sonrió, no quería preocuparlo por nada, es más, solo eran pensamientos que había estado teniendo sin fundamento alguno

- Pienso en lo mucho que Yuri a crecido - dijo Yena de forma sincera entrelazando sus manos sobre la mesa de la cafeteria

- Ahh, mí bonita Yuri, ella simplemente se ha vuelto en alguien asombrosa ¿No crees?
- dijo Seungkwan con una amable sonrisa al recordar a su hermana.

Yena pensó en que era cierto, Yuri se había vuelto asombrosa, ahora aquella pequeña niña introvertida era bastante expresiva, lo era con todos, menos con Yena, hace más de cinco meses que había llegado, cuando la volvió a ver ella literalmente la ignoro, incluso hasta ahora la seguí ignorando, Yuri era simplemente intigrante, una bonita persona que la intrigaba, ella era hermosa, y no lo podía negar

Seungkwan se paro de su asiento aún sonriendole para acercarse a Yena y colocar su abrigo sobre los delegados hombros de la chica

- Incluso las flores más bonitas se marchitan con el frío - dijo Seungkwan extendiéndole la mano a Yena para que puedan salir de aquella cafetería, el era perfecto en todo sentido, y Yena se sentía feliz, pero no completa

Yena colocó su mano sobre la de Seungkwan suavemente haciendo que el mayor sonriera ampliamente, ambos chicos se veían bien juntos, ambos se querian, Yena lo quería muchísimo pero entonces ¿Por qué rayos la imagen de Yuri no salía de su cabeza?

Ambos chicos caminaron en medio de el anochecer, ambos con sus corazones dispuestos a amar, ellos simplemente necesitaban a alguien y lo sabían, por eso mismo es que se querían entre si pero ¿Eso era suficiente? ¿Sería suficiente?

Seungkwan y Yena finalmente llegaron a la casa del alegre chico el cual prestaba atención a las historias de su extraordinaria enamorada, como si fueran las palabras más importantes del mundo, el era atento

- Deberíamos ir a acampar también- dijo Seungkwan entrando a la casa con su característica risa - Así podrías caerte de nuevo en medio del río

Yena lo miro fingiendo un enojo infantil solo para que una vez ya dentro de la casa el mayor se acercara a ella y le dejara primero un beso en la frente haciendo que Yena sintiera de inmediato

- Eres adorable incluso así - dijo Seungkwan tomandola de la cintura haciendo que la chica desviará su mirada - Sabes que te amo ¿Verdad?

Y finalmente el chico acercó a Yena hacia su cuerpo para dejarle un beso en los labios, Yena se había acostumbrado a aquellos besos tranquilizantes, Seungkwan era como medicina, inmediatamente te hacían sentir mejor, disfrutaba su compañía, Yena sonrió en medio del el beso terminandolo solo para ver cómo Seungkwan se volvía a acercar para volver a unirse

Durante todos estos meses ambos no habían llegado a más que besos, la razón era simple Yena no podía imaginar a alguien más tocándola, además aún eran muy chicos,y aun que era triste Yena no lo quería de esa manera y Seungkwan siempre lo había comprendudo, pero incluso ella se daba cuenta de que aquellos besos de alguna manera se volvían más intensos cada vez, no era como los besos de Sakura, los de Sakura sabían a compasión, los de Seungkwan a cariño y sin querer por un momento imagino a Yuri en esa situación

Yena al ver la imagen pasar por su cabeza se alejo de Seungkwan inesperadamente

- ¿Todo está bien? - pregunto Seungkwan acariciando el rostro de Yena al ver cómo lucía avergonzada y un poco asustada - Hey, está bien, vayamos a ver algo - dijo Seungkwan sonriéndole mientras le quitaba el abrigo para guardarlo en el ropero de la entrada dándole a Yena tiempo para tranquilizarse, era absurdo, aquella idea era absurda

Justo cuando ambos chicos ya se encontraban en la sala esperando a que la cena esté lista escucharon como unos pasos bajaban desde el segundo piso

- Oppa - grito una voz aún soñolienta haciendo que ambos jóvenes pausaran la película para ver que necesitaba la menor

Yena sonrió al ver a como Yuri había bajado de su habitación aún con su ropa de dormir, se veía linda, quería decirle lo linda que lucía pijama, pero no sería correcto

- ¿Que haces aún con pijama? - pregunto burlonamente  Seungkwan al ver cómo su hermanita no se había cambiado desde la mañana

Yuri no lucía avergonzada, es más se podría decir que le gustaba estar así, Yena esperaba que la menor notará su presencia, sin embargo Yuri ni siquiera la miro

- Oppa tengo hambre - dijo Yuri sentándose al lado de Seungkwan mientras se acurrucaba en el sillón

Yena pensó que cuando Yuri volviera ambas se harían grandes amigas, sin embargo Yuri al parecer no le gustaba que Yena esté con su hermano

- Pequeña malcriada - dijo Seungkwan tomando a Yuri de la nariz mientras hacía que su cabeza se moviera - Ni siquiera saludarte a Yena

Yuri suspiró fuertemente después de que su hermano la soltara solo para inspeccionar a Yena, la miro por un rato e incluso si Yena le sonrió el rostro de Yuri solo puso una cara seria, era su cara de siempre

- Hola Yena - dijo Yuri sin siquiera mirarla para después pararse - Iré a ver qué está cocinando mamá

Y diciendo esto último Yuri volvió a dejar solos a los dos chicos

- Creo que me odia - confesó Yena haciendo que su mirada fuera instintivamente hacia abajo

- Lo dudo - dijo Seungkwan tomando las manos de Yena entre las suyas - Ella siempre hablaba de ti, seguro que no sabe cómo acercarse, es solo eso

Yena sonrió al ver cómo su novio siempre le trataba de subir el ánimo pero la imagen de Yuri estaba viniendo a su cabeza más veces de las que Yena hubiera querido

- La cena está lista - dijo Yuri llamando a ambos chicos

La mesa de la familia de Seungkwan siempre había sido cálida, ellos eran simplemente una ruidosa familia de cuatro que amaban reír, cantar y si sonreír

Yuri ya se encontraba sentada esperando que los demás se sienten, su lugar siempre era al lado de Seungkwan

- Yo me sentaré aquí - dijo Yuri mientras ponía su plato justo al lado de Yena para sentarse en ese mismo lugar

- Hey ese es mí sitio - grito Seungkwan  al ver cómo su hermana se había sentado al lado de Yena, ahora el tendría que sentarse al otro lado de la mesa junto a su mama

- Solo por hoy - dijo Yuri aún con su pijama de ositos y sus ojos soñolientos - no quiero moverme, estoy muy cansada

La cena había sido deliciosa todo lo que se esperaba de la mamá de Seungkwan, pero en esta familia siempre se quedaban hablando incluso una vez que toda la comida ya hubiera sido acabada, contaban anécdotas o chistes o simplemente lo que habían visto durante el día, eran asombrosos

- Oh si lo recuerdo - dijo soltando algunas risita la mamá de Seungkwan mientras apuntaba a Yuri - Ella también se cayó al agua de pequeña

Yuri no solía participar de aquellas conversaciones sin embargo reía de vez en cuando, pero hoy se encontraba particularmente extraña, no había dicho ni palabra, Yena estaba centrada en las historias hasta que sintió como una mano se poso en su desnuda pierna, era la mano de Yuri, Yena no sabía si decir o no algo, simplemente el tacto de la menor le había causado escalofríos, y le había ocasionado un nerviosismo tonto

- Jajaja tambien la ves que fuimos a pescar... - comenzó a decir Seungkwan sin embargo Yena no estaba escuchándolo, si lo miraba pero sus pensamientos estaban más allá, Yuri no parecía tener la intención de retirar su mano, y Yena bajo su mano para safarse de el tacto de Yuri, pero cuando Yuri sintió que una mano se acercaba a la suya para alejarla tomo la mano de la mayor con la suya, ambas chicas permanecieran así durante toda la cena, Yuri no era como el calmado mar que era Seungkwan, no, Yuri era como una tormenta que arremeteria con el mundo entero de Yena, pero ni siquiera ella lo sabia.