🔪Relato #12🔪

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«Mirando hacia atrás en mi vida, sé que he hecho sufrir a otros tanto como yo he sufrido.» -Jeffrey Dahmer.

Era la hora del almuerzo.

La familia estaba reunida. Todos estaban felices, riendo y hablando.

Los primos mantenían una conversación interesante para algunos y para otros no. El chico de cabellera castaña le dice al rubio:

- ¿Cómo pasaste la noche? -Le preguntaba en un tono perverso.

-Increíble, ya sabes que ella fue a mi casa en la noche, hicimos de todo menos dormir. -Le dijo guiñándole un ojo.

-Me imagino que te la comiste entera, ¿no? -Le dijo sonriendo.

- Obvio, recorrí cada espacio de su cuerpo, ella lo disfrutó tanto como yo, no paró de gritar mi nombre. -Le dijo en un tono que cualquiera pudiera interpretar como satisfecho, orgulloso y feliz.

Antes de que el chico castaño pudiera responder, uno de los chicos interrumpía la charla entre la familia para anunciar que la comida ya estaba lista, salió con la bandeja y la puso en la mesa. Toda la familia no paraba de elogiar al joven por sus magníficas habilidades en la cocina.

Al terminar el almuerzo, los tres jóvenes salen al jardín para fumar un rato.

En lo que el chico rubio le pregunta: - ¿Qué fue lo que cocinaste hoy? Estuvo delicioso. ¿Era cerdo?

El joven sonríe y habla: -No, hice lo mismo que hiciste tú la noche anterior con tu novia. La descuarticé, recorrí cada espacio de su cuerpo, no te puedo asegurar de que lo disfrutó tanto como yo, pero no paró de gritar mi nombre.

El castaño y el rubio se quedaron sin habla para luego decir que estaba loco, que era un mentiroso, entre otros insultos más.

Lástima que pensaron que era mentira.

El joven ya no sabía en qué era mejor: si mintiendo, engañando, asesinando o cocinando a las personas.

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Relatos de un Asesino [#1 Relatos de Sangre]✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora