Amigo Invisible

Día dos

¿ya te había dicho que la escuela me está aburriendo? Sí, sí. Ya sé lo que dirás. ¿Qué haríamos sin la escuela? ¿Cómo nos volveríamos inteligentes sin la escuela? No te ofendas, pero no comparto esa idea contigo de que alguien se haga inteligente con la escala. ¿Qué hay de las personas de antes que sin necesidad de ir a la escuela se la arreglaban para vivir y crearon cosas increíbles? No estoy diciendo que llevo un súper genio dentro de mí, pero, ¿Qué tal si no necesito la escuela? ¿Qué hay del señor Russell Simmons? Él fue el fundador de la disquera Def Jam, él se salió de la escuela de NY para empezar a organizar pequeños conciertos de rap y hip-hop, cuando solo tenía veinte años de edad. Con el tiempo y, dado a que le fue bien y era un genio con la música, creo su propia disquera. Dime, ¿acaso la escuela te va a enseñar a ser un genio? Si, si, sé que muchos genios han salido de la escuela y que la escuela es súper importante para la educación de las personas, pero ¿te digo algo? A veces, siento que no está funcionando en mí.

Como ahora, llegué y me senté en el primer pupitre frente al escritorio del maestro como siempre, todo iba perfecto, de verdad le estaba entendiendo a matemática, hasta que la vi. Creí que no iba a volver, pero ella estaba ahí. Fue tan rápido, pero eterno al mismo tiempo que ni siquiera pensé en lo que estaba haciendo. Solo me levante de mi silla y salí corriendo tras ella, gritándole que se detuviera, que me perdonara. Cuando salí y doble el pasillo, ella ya no estaba. Me quede estético, sin saber qué hacer. Cuando voltee, toda la clase estaba afuera viéndome como si fuera un bicho raro. 

En ese momento te confieso que me sentí como un bicho raro. El maestro se me acerco y me dijo que todo estaba bien, que no pasaba nada. ¿te imaginas? ¡que todo estaba bien! ¡ni siquiera me pregunto que me estaba ocurriendo! ¿Cómo me podía decir que no pasaba nada y que todo estaba bien si ni siquiera me había preguntado que rayos tenia? Entonces supe que él lo sabía. Supe que el mentía y que nada estaba bien. Todo estaba mal.

Entramos a la clase otra vez, él dijo que lo disculpáramos cinco minutos y salió. Durante ese tiempo, nadie dijo nada, no cuchichearon entre ellos, ¡ni siquiera los curiosos me preguntaron que me había pasado! Es más, ni los que me solían molestar se me acercaron. Yo, naturalmente, no dije nada.

Pensé que el maestro regresaría con una tropa; la directora, la sub directora, la consejera, el psicólogo, incluso mi madre; pero cuando el regreso, estaba solo. Solo entro, sonrió a la clase y siguió explicando más sobre el triángulo cuadrado perfecto a la que, honestamente no le he entendido aún.

Diría que la clase fue y termino bien, que nadie me dijo nada y que el maestro me vio como si fuera muy inteligente, porque me hizo dos preguntas seguidas dentro de una clase; pero no fue así, no fue una buena clase. Me sentía otra vez vacío, ella había venido, ¿Por qué? ¿para qué? ¿Por qué solo venir y no decirme nada? Y, ¿Por qué sigue viniendo?, ¿acaso me odia? ¿ella me odia por haber dejado que se fuera esa noche? No quiero que siga viniendo, estoy mejor cuando ella no está aquí. No es que no la quiera, ¡no! La amo. Solo que me siento mejor cuando ella no está en mi mente. Siento que cada vez que la miro me descontrolo. No quiero descontrolarme, no más.

Tu siempre has sido sabia, me has dado buenos consejos. ¿Qué debo hacer?

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Hola, me gustaría saber de dónde nos leemos.

?De dónde son?