Día tres

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Sara, la popular y linda del salón, está preparando una fiesta. Solo una fiesta, así, sin ningún objetivo y sin nada que celebrar. Solo una fiesta porque sí. Te lo cuento porque por alguna extraña razón ella me invitó. Solo se acercó y me dijo que sería un súper honor que estuviera en su fiesta. ¿te imaginas? Un súper honor. ¿Quién dice eso ahora? ¿y a mí? Como sea, cuando vine de la escuela, por alguna extraña razón, se lo conté a mi madre y ella me dijo que tenía que ir; divertirme y ser un chico normal que se consigue una novia. ¿de verdad mi madre está hablándome de conseguir una novia? Sí, claro que lo sé. Tengo 19, debo conseguir una novia, solo que, las chicas de mi escuela con muy escandalosas, chillonas, populares y para nada discretas. No es que me sienta el grande o con aires de superioridad como para que nadie sea digno, solo que... la indicada no llega aún.

Si. Perdón que me vaya tan rápido y te hable tan poco hoy, es que, debo hacer la tarea. Hoy me siento bien, animado, y por alguna extraña razón; alegre. Quiero aprovechar esto y hacer la tarea.


......

Pequeñas criaturas, gracias por todavía estar aquí.

Gracias por existir.

Amigo InvisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora