Amigo Invisible

Día seis

Sí, eso. Las siguientes palabras que me dijiste; que me preparara, que lo peor estaba por venir. Realmente me asuste, me asuste tanto que me arrepentí de hacerte caso. Eso es algo que siempre he odiado de mí, me asusto con facilidad, tal vez sea cierto, tal vez soy débil. 

Mi padre solía decirme que fuera fuerte, que no llorara, que fuera hombre. Yo tuve un hombre, un macho, no una hembrita llorona y asustada; para eso está Maddie, me decía. Él quería que yo conquistara chicas, que luego ellas quedaran llorando por haberlas abandonado, que fuera por ahí jugando fútbol y tirando aves muertas en los patios de los vecinos. Lamento mucho haberlo decepcionado, yo era todo lo contrario; siempre tenía miedo de lo que hacía, jamás me atreví a hacer cosas nuevas por temor. Jamás mate un ave. Y cuando digo cosas nuevas me refiero solo a tomar otra calle para ir a la escuela, llevar mi camisa fuera de los pantalones y no ser el único tonto que iba con la camisa dentro del pantalón a la escuela, llevar solo un cuaderno a la escuela y decir que había olvidado los otros, fugarme de la escuela e ir al lago hugh con los vándalos de la escuela, poner cartas de amor en los casilleros de las chicas de la escuela.

 Jamás supe que se sentía hacer algo de eso, solo imagínate que jamás he dormido fuera de casa. Sí, es lo que siempre dices, que está bien llorar, rendirse y tener miedo, aun cuando se es un hombre, que está bien que un hombre demuestre sus sentimientos ante los demás. y que el llorar o demostrar tus sentimientos no te hace menos hombre, sino todo lo contrario. 

Ese día, el primer día de expulsión de los chicos, me dijiste que tú sabias algunas técnicas de autodefensa, y que estarías feliz de enseñármelas. Valientemente te dije que sí, que vinieras a mi casa después de la escuela. Todavía no entiendo cómo pudiste colarte a casa sin que mi madre te viera, tu solo dijiste que eras una espía muy experta. !Claro que lo recuerdo!, esa tarde me dijiste como defenderme si ellos trataban de golpearme. Me enseñaste muchas cosas, y te fuiste tan noche que tuviste que salir por la ventana.

....

Este jovencito provoca que mi corazón se conmueva.

Allá afuera aun existen chicos con corazones buenos. Chicos que vale la pena conocer. Chicos que vale la pena amar. Chicos por los que vale la pena llorar.

Llorar no te hace débil, al contrario, te hace fuerte.

Los hombres también lloran.