Amigo Invisible

Día uno

Anoche mi madre me preguntó con quien hablaba, le dije que contigo. Que te estaba contando como había sido mi día. Ella solo me observo y me preguntó tu nombre. Estoy seguro que noté una chispa de felicidad en sus ojos. Dudé por un segundo, no quise decirle tu nombre, no porque no seas importante para mí; porque en realidad lo eres, sino porque estaba seguro que me haría decirle todo acerca de ti. Y la verdad es que, no sé nada de ti. Tú sí lo sabes todo, completamente todo de mí. No sé cómo haces para que al final del día termine hablando sobre todo lo que me pasa, y tú ni siquiera me has dicho con quién vivías ¡Ni siquiera donde vivías!

Pero no importa, la cosa es que quiero estar listo. Quiero estar listo para cuando llegue el momento de hablarle a mi madre sobre ti. Solo le respondí que, con un amigo, ni siquiera quise decirle que eras una amiga. Ella solo sonrió, entro y me dio un beso en la cabeza, luego me dijo que me quería; hace mucho no me dice que me quiere, pero esta vez me lo dijo de una manera diferente. Creo que ella cree que me estoy curando, y yo también creo lo mismo.

Cuando se fue, no sentí el mismo animo con el que estaba antes de que ella entrara al cuarto. Aunque ella me besara y me dijera lo mucho que me quiere, me sentí... vacío. Solo. desamparado. Desprotegido. Me sentí igual que aquella noche de invierno, cuando Ena se fue. Sé que tal vez es una tontería, pero fue mi primera pérdida, ¿te imaginas? Ena fue la primera, y la última mascota que me regalo mi padre. Estaba feliz de tenerla, de poder acariciar su pelo suave y esponjoso. Ella parecía una motita de algodón. El día que la encontré tirada en el patio, tiesa, y con sangre, sentí el vacío más escalofriante y aterrador que jamás había sentido. El más escalofriante después de ese día. Ena no respondía a mi llamado, mucho menos se movía. Corrí hacia ella y la toque, estaba helada. Mi ser estalló. Creo que ya te lo había contado, no estoy seguro.

El caso es que, después de ese acontecimiento jamás me volví a sentirme igual. ¿Cómo una simple mascota puede cambiar el rumbo de tu vida, tus pensamientos y tus sentimientos por completo? Si, ya se lo que me dirás. Ella no era solo una mascota, ella era parte de la familia, era parte de mí. Y si, tienes razón, ella era parte de mí. Cada vez que me siento vacío de la misma manera que me sentí hace once años, me descontrolo y no sé qué hacer. Cuando apareciste en mi vida, sentí que tu compañía me relajaba de una forma considerable, pero ahora, anoche que dejé de hablar contigo después que mi madre se fue y cerró la puerta, me hicieron pensar que, en ese momento tú no tenías el poder suficiente para hacerme sentir mejor.

..................

No suelo dejar notar, pero esto realmente me está haciendo mucha ilusión. De verdad espero y les guste, y si está a su alcance, podrían hablar del libro con sus amigos interesados en leerlo.

Desde ya, gracias por tus votos y comentarios.

Jamas eres un verdadero escritor sin tus lectores.

Un verdadero escritor jamas olvida a quienes estuvieron con el desde el principio; así que muchas gracias por esto.

#WriterAlwaysHope