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Después de su casi muerte los días transcurrieron normal, lo cual era raro.

¿Días normales cuando ellos no son normales?

Asco tu comentario amiga.

Yoongi se encontraba recostado en el pecho de su novio mientras tenían su noche de películas.

Como antes dije todo iba tan bien pero los sonidos de desquiciado en la puerta de la casa del pequeño oxigenado se hicieron presentes.

— Taehyung, ve a abrir — la flojera de Yoongi se miraba a kilómetros.

— Pero tú estás más disponible para levantarte — dijo Tae, lo cual si era cierto, era un maravilloso argumen...

— Tu dijiste que no querías que me abriera para nadie más — habló el flojo sin dejar de ver como los zombis se comían a las personas en la película.

— Hablaba de ti, no de la puerta — el peli azul estaba igual de flojo o peor qué el rubio.

— La puerta es parte de la casa, la casa es mía así que es parte de mí — dijo para después meterse un puño de palomitas a la boca... Maravillosa jugada.

— Maldito sexi engendro del mal — maldijo muy a su manera mientras se levantaba y dejaba a su novio en el sillón.

Se dirigió hacia la puerta arrastrando los pies y acomodándose su ropa, porque aunque no habían tenido sexo ése día parecía que sí.

Abrió la puerta dispuesto a mentarle la madre al que estuviera del otro lado.

— Hola pitufo versión pirata. — que amoroso era Jungkook con sus apodos.

— Jodete esteroide andante — y con eso le estrelló la puerta en la cara, muy en el fondo de Taehyung tenía la esperanza de que se le hubiera aplastado su nariz de tucán para que nadie más se burlara de él porque tampoco era mala persona, pensaba en su no-amigo.

Después de lo que parecieron mil años pero en realidad fueron cinco segundos empezó a volver a tocar con desesperación.

— ¡Quien sea que esté afuera vallase a la mierda!— grito Yoongi desde su sillón que se había vuelto su nido temporal, su chinocueva, su lugar feliz.

— ¡Yoonnie, traigo el peluche de kumamon qué viste el otro día!

Sólo ésas palabras necesito Yoongi para que se cubriera la boca con expresión de sorpresa. El peluche que había visto el otro día era del tamaño de él, no creía que el presupuesto del vagabundo de Jungkook alcanzará para un enorme kumamon pero en ésta vida podía pasar de todo, ¿Verdad?

¿El no fue solo al centro comercial?

Pensaba que si.

No importa.

— Taehyung revisa que traiga el peluche por la ventana — dijo hablándole por un boqui toqui (que había sacado de saber dónde) mientras se incorporaba del sillón y miraba la puerta con los ojos entre cerrados, prácticamente no miraba pero le importaba una mierda, ya sabes, cosas de asiáticos.

Tae se asomó por la ventana y lo que vio fue a un Jungkook con un letrero que decía Gay el que lo lea, se maldijo por haber leído el letrero pero luego recordó qué si era gay y se le pasó. Ah y también alado de él estaba el peluche de kumamon que Yoongi tanto había querido pero que sus ahorros no le permitían comprarlo.

Sintió una presión en la boca del estómago, no podía comprarle ni un peluche a su bebé. Sacó el boqui toqui que tenía en la bolsa trasera de su pantalón y dijo:

— Afirmativo gatito.

— Pero que mierda... — era sorprendente, aquí había gato encerrado y no era Yoongi en su casa. No iba a caer en los juegos de Jungkook alias kuko el subdesarrollado. — ¡Déjame pensar un momento mi decisión!

Se sentó viendo la película y vio una escena en donde un hombre aventaba al que lo había salvado minutos atrás y en ése momento supo que la película era una señal, una revelación. Yoongi era el hombre amable que lo salvó, Jungkook era el imbécil qué lo sacrificio por seguir con vida y Taehyung era la vida. Eso solo significaba una cosa, kuko quería deshacerse de él engañándolo con su hermoso sumaron para quedarse con Taehyung. No, no y no, con su hombre no perra.

Zorro no te lo lleves, zorro no te lo lleves.

El gatito estaba dispuesto a sacar sus garras para que el zorro no se llevarán su vida.

— ¡Dile que se largue Tae! — había tomado una decisión y aunque le dolía por kumamon sabía que era la correcta con sólo ver los ojos de su novio iluminarse con sus palabras. — ¡El lunes en la escuela para mi proyecto kuko!

Si, había sido la correcta pero tampoco alejaría una persona a quien puede explotar en su beneficio.

— ¡Ya lo oíste kukensio, largo!— Tae nunca abrió la puerta pero podía ver su cara de culo por la ventana.

Taehyung se sentía orgulloso por la decisión de su gatito.

Sin duda tenía un gran novio y el mismo le regalaría un regalo pero más original que él de kuko.

Jungkook molesto por no a ver logrado lo que quería tomo el peluche y se fue pateando todo lo que se le atravesaba, incluso pateo en el trasero a un niño que iba haciendo berrinche a su madre.

Yoongi estiró sus brazos hacia su peli-azul y este se acercó a darle mimos como de costumbre, tenía un gatito bebé muy mimado pero nunca se quejará.

Le encantaba tal y como es.

— Bebé, ¿Por qué rechazaste el peluche si te encanta? Tal vez yo no pueda comprarte uno, debiste aceptarlo. — Yoongi se dio cuenta de lo que sucedía pero pensaba que era ridículo.

— TaeTae, yo nunca te voy a cambiar ni por la edición limitada de peluches de kumamon— le acarició la mejilla a tae con ternura— además esté teatro que armo el kuko es un plan para quedarse contigo, ja, me creyó estúpido el imbécil.

Yo también lo creería estúpido. Pero Taehyung no, él estaba mirando a su Hyung con gracia, no podía creer que todavía pensará que a Jungkook gustaba de él. Si le dieran una moneda por cada vez que JungKook miro a Taehyung con odio sólo por salir con Yoongi, seguramente si podría comprar ese peluche y tal vez mas grande. Era gracioso para él, no le explicaría nada, era gracioso ver como su hyung peleaba para contener sus celos como prometió.

—¿Es enserio?— soltó una risita y miró a Yoongi directo a los ojos de gatito que tanto amaba— ¿Está celoso Hyung?





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—Kris-8-Solis—

¿Esta celoso, Hyung? (Taegi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora