Guardaespaldas (Kagehina)

Capítulo 4

Hinata aún se encontraba sentado en el suelo mirando con confusión a Kageyama, aunque siquiera sabía el nombre del chico frente a él. Kageyama se acercó lentamente hacia Hinata, el cual se arrinconó aún más contra la pared creyéndolo capaz de golpearlo, aunque en lo más profundo sabía que no lo haría. Las palabras que la había dicho a Satoshi resonaban en su mente: El que te matará si vuelves a meterte con él, no sabía qué significaban esas palabras, pero el pensamiento de ser golpeado se disipó cuando Kageyama le tendió la mano para ayudar a levantarse, cosa que aceptó con gratitud.

—Gracias por eso—Dijo cuando ya estaba de pie frente a él, era alto, demasiado alto, tenía que ver ligeramente hacia arriba desde la distancia en la que se encontraba para poder verlo fijamente a los ojos—¿Cómo te llamas?

—Kageyama Tobio—respondió haciendo una ligera reverencia manteniendo el rostro impasible. Cuando se irguió nuevamente pudo detallar detenidamente al chico: cabello naranja, ojos color cobrizo, piel blanca y muy bajo. El subdirector tenía razón era fácil de identificar. Vio entonces sus ojos brillando y su boca ligeramente apretada, sus manos se movían frenéticamente a los lados, no había que ser un genio para poder saber que quería decir algo, eso o quería ir al baño—Di lo que tengas que decir.

—¡Eso fue increíble! —Dijo dando grandes saltos estirando las piernas y brazos Kageyama retrocedió un poco impresionado de que pudiese saltar tan alto—¡Fue como woooosh y waaau! Fue increíble.

—Eres Hinata Shoyo ¿No es así? —Dijo, en ese momento fue que reaccionó, no sabía si sus padres le habían dicho quién iría para protegerlo, además que no sabía si tenía que revelar su identidad, aunque si supiera que él era el agente designado entonces habría reaccionado diferente a cuando le dijo su nombre. Hinata dejó de dar esos saltos para volver a la confusión.

—¿Cómo lo sabes? —Dijo con un ligero temblor en su voz ¿Y si ese chico también quería secuestrarlo? Acaba de vencer a tres chicos el solo y al mismo tiempo, era imposible que lo venciera, había comenzado a dar pasos hacia atrás de manera temblorosa, el sudor caía lentamente por su rostro.

—El director me dijo que tú me ayudarías a buscar mi salón, soy nuevo—dijo rápidamente, no sabía porque había reaccionado así, pero era mejor mantenerse encubierto hasta el momento en que hablara con sus padres para tener mejor detalle de la situación. Observó como Hinata se tranquilizó un poco, pero sin dejar de estar alerta.

—Bien entonces...dime en qué clase estás tú—Dijo, después de que Kageyama le dijera en qué salón y clase se ubicaría comenzaron a caminar para salir del baño—Sígueme.

Faltaban 2 minutos para que comenzaran las clases, el camino hasta el salón era muy callado, el silencio era incomodo entre ambos, lo único que resonaba por los pasillos eran las conversaciones de las demás personas que comenzaban a movilizarse a sus clases, Kageyama no lo soportó más y comenzó a hablar.

—Sé que te acabo de conocer, pero... ¿Por qué esos chicos te molestan? —Dijo mientras seguían caminando, se escuchó la campana de inicio, pero no le prestaron atención. Hinata miró hacia el suelo por un momento y debatiéndose si responder o mejor quedarse callado, cuando Kageyama creyó que no hablaría Hinata respondió.

—Porque soy pequeño, creen que soy un niño de secundaria, además...saben que no puedo defenderme solo—Dijo con un tono apenado sin despegar la mirada del suelo, Kageyama sintió un poco de pena por él, y sin pensar dijo:

—Estaré contigo en cualquier momento, no volverán a molestarte—dijo sin quitar la vista del frente sintiéndose impresionado de lo que acababa de decir, sin embargo, su rostro no mostraba ninguna emoción, Hinata se le quedo viendo con los ojos brillantes por un momento y luego dirigió su vista al frente de nuevo.