Guardaespaldas (Kagehina)

Capítulo 33

La mañana del lunes había pasado tranquila, ninguno podía quejarse, ambos estaban por las nubes con sus pensamientos en el otro. Hinata mostraba una sonrisa boba mientras pensaba en Kageyama, mientras que Kageyama tenía la misma expresión que siempre, pero eso no quería decir que no estuviera pensando en Hinata, de hecho se debatía si naranja o rayo de sol eran buenos apodos para poder llamar al más bajo.

Cuando llegó la hora del almuerzo Hinata había salido de su clase de una manera aún más entusiasta que de costumbre.

Fueron a la máquina expendedora para poder sacar el pequeño cartón de leche del más alto. Hablaron de muchas cosas mientras comían su almuerzo.

Durante las últimas clases Hinata no podía contener su emoción por ver al más alto de nuevo, se sentía bastante energético, cosa que no pasó desapercibido por sus compañeros de clase que lo veían de manera extraña.

Cuando el timbre que marcaba el final de clases sonó por los pasillo, el corazón de Hinata había dado un brinco de emoción, guardó sus cosas lo más rápido que pudo y salió del lugar para esperar a Kageyama fuera de su salón.

Cuando lo vió su estómago se encogió al ver que parecía muy tenso. El más alto al verlo en la entrada casi salió corriendo hacia él, lo tomó del brazo suavemente, a pesar de su expresión, y comenzó a caminar de manera rápida y desesperada hacia la salida.

—Kageyama... ¿Qué pasa?—preguntó con voz temblorosa al ver como el más alto miraba a todos lados.

—Los vieron rondando por aquí, no te alejes—dijo con voz tensa. Hinata comenzó a sentir como el miedo azotaba su cuerpo, su respiración se aceleró y comenzó a ver en varias direcciones, aún sin saber que estaba buscando.

Kageyama se detuvo unos pasos antes de llegar a la entrada principal. Hinata vio la expresión en su rostro y su estómago se apretó, sus ojos abiertos de par en par y su otra mano hecha puño fuertemente, tanto que Hinata temió que se lastimase.

Siguió la dirección de su mirada y pudo ver a alguien un poco más alto que el chico a su lado, su cabello color marrón, sus ojos del mismo color cubiertos por anteojos, su vestimenta era bastante refinada y les ofrecía una sonrisa cargada de burla y superioridad.

Este comenzó a caminar en dirección contraria alejándose de ellos. Kageyama desesperado miró a todos lados y sin pensarlo jaló suavemente el brazo de Hinata hacia donde había un trio de chicos que parecían ser de tercero.

—Quédate con ellos ahora vuelvo—dijo mirando seriamente a Hinata, los tres chicos lo miraban extrañado, pero no dijeron nada, Kageyama dijo, tanto para los otros chicos como para su equipo—cuidenlo ya vuelvo.

Después de unos segundos después salió corriendo en la misma dirección por la que ese chico había huido.

Kageyama corría lo más rápido que sus piernas le permitían, sacó un arma y la sostuvo con ambas manos. A lo lejos pudo distinguir la figura de Oikawa quien caminaba de manera despreocupada, pero cuando éste escuchó las pisadas apresuradas de Tobio detrás suya se giró y le apuntó con un arma.

Kageyama se apartó a tiempo para poder esquivar la bala que cortó el aire a su lado. Las personas que transitaban por ahí dieron un grito y comenzaron a correr lejos de ese lugar.

Llegó a la altura de Oikawa e intentó propinarle un golpe con la culata del arma, algo que éste esquivó sin mucho problema.

Ambos comenzaron una danza en donde lo único que buscaban era dejar fuera de combate a su oponente. Siguieron así por unos minutos, hasta que en un momento ambos dieron un golpe que les hizo soltar el arma, haciendo que cayera a unos cuantos metros de su posición.