Capítulo 29

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Había pasado ya un mes y medio desde que Kageyama había llegado a ese lugar para cuidar de Hinata, ha pasado un mes desde que el de cabello azabache empezó a acortar sus horas de sueño por la tensión contra el Seijoh y para poder cuidar mejor a Hinata, ha pasado un mes desde que Kageyama aceptó sus sentimientos por el pelinaranja, y han pasado tres semanas desde que Hinata comenzó sus prácticas de defensa personal con Kageyama.

Se sentía muy emocionado de que el más alto por fin hubiera tomado la iniciativa para poder enseñarle a defenderse. Según las palabras del de cabello azabache, estaba mejorando cada vez más.

Hinata cada vez estaba más preocupado por Kageyama, las ojeras que antes habían sido de un tenue color lila, ahora eran de un color morado bastante notorio, el más alto había estado más irritado de lo normal con su equipo, pero con Hinata... ese era otro cuento.

Había pasado ya un mes desde que los padres de Hinata estaban en Tokio, los extrañaba mucho. Solamente en una ocasión pudo tener una corta conversación con ellos, pero no había tenido otra oportunidad más que esa.

El trato entre Hinata y Kageyama era un poco diferente, pero ambos estaban tan ciegos que no notaban los sentimientos del otro. Hinata sentía como cada vez el más alto comenzaba a tirar esos muros a su alrededor, era muy reconfortante saber que había logrado lo que le dijo a su madre la primera vez que vió a Kageyama en la preparatoria.

Era sábado por la tarde, ambos se encontraban viendo un poco de televisión tomados de las manos, ahora esos tratos eran bastante frecuentes entre ambos, pero no le veían nada de malo, ninguno se sentía extraño.

Hinata estaba mirando el partido de voleibol por la televisión, sus ojos brillaban cada vez que había un remate tan fuerte que el balón se elevaba por los aires, siempre le había gustado ese deporte, pero... nunca se animó a ir a las prácticas.

Kageyama observaba cada una de las reacciones del más bajo, le gustaba observar cuando el pelinaranja cambiaba la expresión de su rostro de una emocionada a una super emocionada. Era muy adorable.

Con respecto al Seijoh, el equipo de Kageyama había registrado a siete personas que los seguían cuando volvían de la preparatoria, cuatro de esos siete habían sido capturados y enviados para que los interrogaran.

—¿Viste cómo logró salvar el balón?—dijo Hinata casi saltando de su lugar, todo era tan emocionante, sentía los nervios a flor de piel, no sabía quién ganaría, pero si lo hacía Rusia, entonces Kageyama tendría que llevarlo a comer a algún lugar y se ganaba Brasil, entonces Hinata tendría que comprarle tres bollos de carne.

Ya iban por el quinto set, todo era muy tenso, a partir de ese momento dos puntos de diferencia podría marcar una victoria para cualquier equipo.

Unos momentos después Brasil tenía el punto del partido 21-22. Si Brasil anotaba este punto entonces Hinata tendría que comprarle tres bollos de carne al más alto. El balón cayó al suelo y todo fue silencio en ese momento... después de una pequeña pausa todos comenzaron a celebrar. Brasil había ganado el partido.

Hinata miraba con los ojos abiertos mirando la pantalla del televisor, no podía creer lo que sus ojos veían, Kageyama lo miraba con una expresión satisfecha mientras él estaba a punto de explotar.

—Bien ahora tienes que comprarme tres bollos de carne—dijo mientras se levantaba del sofá en el que dormía. Hinata había insistido miles de veces que dejara que él durmiera ahí, pero este se negó rotundamente.

—Eso fue suerte, Rusia tenía los mejores ataques—dijo intentando dar un excusa a la lamentable perdida—Bueno... fue un gran partido.

—Eso es cierto—dijo Kageyama llegando de la cocina con una caja de leche en sus manos. Hinata había perdido la cuenta de cuántas veces había visto al más alto con un cartón de leche ese día.

Guardaespaldas (Kagehina)Where stories live. Discover now