cinco;

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HanSung quería que la tierra lo tragase en ese preciso instante, no sabía que ocurría, dónde estaba, tenía preguntas en su mente y  necesitaba respuestas. Sin embargo no podría hacer mucho estando encerrado en la primera habitación que encontró.

Si, había salido corriendo de dónde estaba, el ver personas que no conocía alrededor de él lo había hecho entrar en pánico, al ver todo tan diferente a lo que conocía le aterraba por ello estaba ahí recargado en una puerta con tal de que su peso evitara que la abrieran.

Al no escuchar ningún ruido cerca de allí se deslizó hasta quedar sentado en el suelo sintiendo algunas lágrimas silenciosas bajar por sus mejillas.

Sí, HanSung estaba asustado a tal grado que intentaba hacer un esfuerzo por recordar que había pasado, sin embargo lo último que recordaba era a Yeowool corriendo dónde él, recuerda su rostro asustado y después de eso nada.

Quizá solo era una pesadilla, pero se sentía tan real que ya quería despertar. Se secó las lágrimas con las mangas de suéter que llevaba y miró el lugar dónde se encontraba.
Habían cosas que él claramente no reconocía, el lugar le resultaba tan extraño que le daba mucha curiosidad.

HanSung se levantó de dónde estaba anteriormente y comenzó a acercarse a todo aquello que le daba curiosidad.

Había una mesa, una silla, unas cuantas repisas, una caja que él claramente no sabía su función, entre muchas otras cosas.

Se sentía fascinado con todo lo que veía, era algo nuevo para él. Olvidó por un segundo que probablemente haya sido secuestrado e iban a matarlo cuando lo encuentren. Solamente quería seguir sosteniendo aquella figura rosa y con dos equis en sus ojos. Le parecía linda.

Sus ojos pararon justamente dónde una foto dónde aparecían varias personas le llamó la atención. Intentó verla más de cerca y un rostro entre todos le dejó helado.

Era él, era su cara. Se encontraba sonriendo en esa foto y el otro chico de corte gracioso lo estaba abrazando mientras otros cinco también sonreían.

Se asustó de ver su apariencia, no era HanSung, más bien alguien idéntico.

Dejó la figura en su lugar un poco asustado con lo que había visto; su cerebro no procesaba que era lo que acababa de ocurrir.

Se asustó cuando escuchó la puerta abrirse y entró en pánico al escuchar una voz hablar.

—Si veo a Taehyung les diré... Si Jin, tu tranquilo —gritó el muchacho frente a él sin percatarse de la presencia del contrario, hasta una vez dirigió su mirada dentro del lugar.

Era un muchacho que hace unos segundos sonreía y ahora lo miraba con confusión.

—¿Tae? Te están buscan... —Ni siquiera terminó de hablar cuando tuvo que cerrar bruscamente la puerta con tal de que el menor no huyera otra vez—. ¡Espera Taehyung!

HanSung intentó forcejear con el chico para que lo dejara salir, sin embargo el contrario tenía mucha más fuerza física que él y logró tomar sus brazos con tal de inmovilizarlo.

—¿¡Qué mierda te pasa Kim!? —se alteró el contrario y se sintió mal al ver la mirada asustada del menor—. Yo.. Lo siento no debí gritarte —le dio un pequeño abrazo al menor el cuál se aferró a él como un niño pequeño asustado.

HanSung lloró, por cuarta vez en el día. Estaba abrazado a un desconocido, pero no le importó, ya que eso necesitaba, un abrazo.

—Tranquilo, Hobi está aquí contigo, ya pasará —Si, HanSung esperaba que esa pesadilla pronto pasara.

¿Han...Tae? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora