El mundo exterior es aterrador no sólo para un gatito sino también para un humano, el simple hecho de saber que hay un sin fin de posibilidades de que algo salga mal y termine metiéndose en problemas es aterrador, es por eso que Yeonjun no suele ocupar su tiempo libre en salir de su apartamento al menos que sea completamente necesario. No obstante, esta es una verdadera emergencia... ha agotado su dotación mensual de café, todo gracias al periodo de proyectos y exámenes de la universidad.
El cielo está pincelado de nubarrones grisáceos casi igualando el tono de los mechones del chico que camina apresuradamente por la acera, esquivando a las personas y evadiendo las miradas mientras esconde su rostro entre la tela cálida y suavecita de su suéter de cuello alto. Ha descubierto una gran técnica para evitar que las personas intenten hablar con él o le presten atención: audífonos; nadie se atrevería a interrumpir a un chico utilizando audífonos y evitando a las personas, es sentido común. Cualquiera pensaría que se trata de un demente paranoico si escuchara todas estas medidas de seguridad que toma cuando sale de su hogar, aunque en realidad sólo es un chico asustado y sí, tal vez un poco paranoico, aunque no puede culparse por ser de esa forma.
Su cuerpo se llena de una sensación de alivio cuando avista la pequeña y pintoresca cafetería de la esquina a unos cuantos metros de él, incluso desde lejos puede notar que no es un día ajetreado en el local lo cual es bastante bueno, no se tendrá que enfrentar a una larga fila de personas y tampoco tendrá que soportar las miradas extrañas de los demás clientes. Hoy parece ser su día de suerte, irónicamente. Una calidez lo envuelve apenas pone un pie dentro del lugar, el suave murmullo de las personas charlando y el tintineo de las vasijas crea una sentimiento de familiaridad en él y podría decir que hasta se siente más relajado, lo cual no se da muchas veces. Usualmente el pobre Yeonjun permanece en un estado de alerta cuando está andando por la calle o cualquier otro lugar, su apartamento es quizá el único lugar en el que puede estar relajado y sin la preocupación de algo malo puede sucederle a la siguiente persona que se cruce. Sin embargo, hoy se siente como un día distinto, hoy su suerte podría estar a su favor.
Apenas hay un par de personas frente a él por lo que no le molesta esperar un poco para hacer su pedido, puede sentir a alguien detrás de él pero está bien pues el desconocido mantiene una distancia apropiada. Y durante esos pocos minutos de espera, Yeonjun se permite perderse en la canción que llena sus canales auditivos y da rienda suelta a sus pensamientos que últimamente no dejan de dar vueltas al rededor de su vecino, el gentil chico que aún no lo odia incluso después de que Yeonjun se ha comportado como un completo imbécil con él.
No puede recordar su nombre y es una lástima pues puede apostar que tiene un nombre tan bonito como esa sonrisa tímida que le regala cada vez que se encuentran en el edificio, pero Yeonjun siempre ha sido malo recordando cosas como los cumpleaños o las personas.
— Hola, bienvenido a Namu Café. ¿Qué le puedo servir? — recita amablemente la empleada tras la caja registradora, es bastante linda y está mirando a Yeonjun fijamente con ojos soñadores, lo que lo pone un poco nervioso, no simplemente por el hecho que eso no sería bueno para ella si continúa haciéndolo sino porque tampoco está seguro si lo observa de esa forma porque lo encuentra apuesto o algo por el estilo. No sería la primera vez, por supuesto, pero nunca logra acostumbrarse a que las personas lo miren de esa manera.
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El gato de la mala suerte | yeonbin
Fanfic❝ Yeonjun es un gato de mala suer- te, literalmente, pero Soobin es una persona demasiado optimista. ❞ fluff ; magic | yeonbin ( 220520 ) mini-story hermosa portada por: @likepalette [ SIN EDITAR | hay alg...