EP 08

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La puerta se cierra detrás de él con el rechinido usual que ya ni siquiera le molesta, puede escuchar el murmullo suave de alguien detrás de él e inevitablemente en sus labios se dibuja una sonrisa ladina y muy ligera antes de si quiera dar media ...

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La puerta se cierra detrás de él con el rechinido usual que ya ni siquiera le molesta, puede escuchar el murmullo suave de alguien detrás de él e inevitablemente en sus labios se dibuja una sonrisa ladina y muy ligera antes de si quiera dar media vuelta y encontrarse con una sorpresa —bastante predecible— que le sonríe de vuelta con calidez y gentileza. Podría acostumbrarse a esta nueva forma de empezar sus días, definitivamente podría hacerlo, sobre todo cuando lo primero que ve salir de su apartamento cada mañana es a ese curioso y demasiado lindo vecino suyo. Desde aquella noche, un par de semanas atrás, donde Yeonjun por fin había tomado el suficiente coraje para salir y asistir a una "fiesta" por sí mismo, las cosas habían cambiado de una forma buena para su sorpresa.

— Buen día Junie hyung — la voz cantarina de Soobin llena el vacío silencioso del pasillo que comparten y que poco a poco se ha vuelto su punto de reunión preferido.

— Buen día Soobinie — responde bastante animado. Yeonjun ni siquiera se molesta en tratar de esconder esa alegría que le provoca la presencia del menor, algo que al principio parecía imposible de hacer se ha vuelto tan natural en él y a decir verdad a veces incluso se sorprende a si mismo preguntándose cuándo había dejado de sonreír — ¿Vamos?

El azabache asiente felizmente soltando un sonido de afirmación y sin decir nada más ambos se encaminan por el pasillo hacia las escaleras. Yeonjun no tiene el valor de hacerlo todavía pero en verdad le gustaría agradecerle al menor todas las molestias que se toma por él, se ha dado cuenta de que Soobin se esfuerza por salir unos minutos antes que Yeonjun para esperarlo casualmente fuera de su apartamento incluso en los días cuando el mayor tiene clase muy temprano y también ha notado que evita tomar el ascensor cuando los dos bajan o suben en el edificio, siempre se dirige hacia las escaleras incluso si Yeonjun nunca se lo ha pedido. Sabe que Soobin lo hace por amabilidad pero no puede evitar tomar esas pequeñas acciones como algo más, aunque prefiere guardar esos pensamientos absurdos muy en el fondo si no quiere comenzar a ilusionarse con algo que probablemente solo está en su imaginación.

Mientras bajan por las escaleras, Yeonjun siente a su pequeño débil corazón dar un vuelco con el simple roce accidental de los dedos de Soobin contra los suyos, instintivamente aparta la mano y mira hacia el sentido opuesto tratando de ocultar el sonrojo que comienza a colorear sus mejillas, esperando que Soobin no lo haya notado. Por suerte el bochorno de la situación de disipa en cuanto los chicos llegan al estacionamiento y Soobin apresura el paso dando pequeños saltitos dirigiéndose con emoción hacia la reluciente scooter color rojo que espera por ellos.

— Hyung, me encanta tu scooter. Es tan linda y luce mucho mejor que esas feas motocicletas rudas que hacen tanto ruido — dice Soobin ajustando el casco color crema haciendo que la cinta de seguridad aplaste los costados de su rostro, apretujando sus mejillas haciéndolas lucir mucho más rechonchas y adorables, una visión que el peligris disfruta en silencio mientras se acomoda tras el manubrio cromado — Algún día me gustaría poder conducirla, ¿me dejarías?

El gato de la mala suerte | yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora