— Buenos días alumnos, les presentare a su nueva profesora. Ella será la profesora sustituta de Soso, así que por favor trátenla bien. Puedes presentarte.
— Mi nombre es Miyauchi Haruka, me pueden llamar profesora Miya, seré su profesora encargada y mi especialidad es literatura, espero poder ser de gran ayuda para ustedes en este semestre mientras esperamos que la profesora Soso se recupere.
La primera impresión siempre es la más importante.
La impresión que me dio fue de...hace frío.
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— Minju ¿Almorzaras sola hoy?
— Si, iré un rato a la azotea, será para la próxima.
Hoy día, era uno de esos días en los que ves todo negro, te da flojera levantarte, no tienes motivación, por alguna razón tu apetito es arrasador y solo quieres estar tranquila en algún lugar. Ese era uno de esos días. Abrí la puerta que me llevaba a la azotea y empecé a comer el sándwich que tenía junto a un jugo de frutas rojas, al dar el siguiente bocado, escucho la puerta abrirse.
— Bueno, bueno, bueno...
Alguien abrió la puerta, me levante rápidamente y mire a aquella persona.
— Buenas...
Dije en tono de voz algo bajo, no es que esté prohibido estar en la azotea, pero tampoco era algo que podías hacer libremente.
— ¿Buenas? Buenos días profesora...
Corrigió.
— Buenos días profesora Miyauchi.
Mi respuesta fue algo temeraria, simplemente lo hice para llevarle la contraria.
— ¿Te importa?
Negué moviendo mi cabeza de un lado a otro. Hace tiempo que no veía a un adulto fumar. Pero ¿no estaba mal que ella lo haga al frente de mí? Solo quería un rato de paz.
— No es buen ejemplo ¿no cree?
— Sí.
Ella miraba el cielo, mientras que ni siquiera se inmutaba a mi pregunta.
— ¿Le gusta la docencia?
— ¿A qué viene esa pregunta?
— Personalmente, no me interesa si es un ejemplo o no, pero sino fuera yo, si fuera otro estudiante...
— Me gusta. Es una de las cosas que más amo en este podrido mundo, no pienso ser buena, tampoco ser un ejemplo, porque soy humana, pero... A veces es bueno ser arrogante.
"Ah... me gusta esa mirada"
Pensé en momento.
La primera impresión siempre es la más importante, pero la mayoría de veces no es la correcta, porque ella era cálida muy dentro de ella, ella solo quería alguien que este a su lado, porque me había mostrado una imagen tan solitaria. Su perfil mirando el cielo, era la paz que necesitaba en ese momento.
Desvíe mi mirada y sonó la campana.
"¿Qué me pasa? Es una mujer..."
— Hora de volver...
Dije.
Agarré lo poco que tenia de sándwich y salí lo más rápido posible. Mi corazón latía con fuerza y con estos sentimientos, fui a la siguiente clase.