capítulo 8

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Pov. Hanamaru.

-¡¿qué de...?!- Kanan despertó muy agitada, yo ya me había acostumbrado a que me pasaran cosas extrañas

-lo siento, pero volveré a irme- dije y antes de comenzar con mi viaje escuché como Kanan salía corriendo, azotando la puerta en el proceso.

Bien, ahora sí...

.

.

Desperté y sentí algo encima de mi cara. Intenté quitarlo, pero era demasiado pesado y estaba bien agarrado a mí. Eso por fin se quitó de encima mío, dejándome ver a una pequeña niña de cabello negro y ojos verdes. Oh no, no me digas que soy una lolicona

-¿mamá?- uff, menos mal. Un momento

-¡¿mamá?!- grite asustada, Dia entró corriendo a la habitación con otras dos niñas en brazos, ellas tenían el cabello café claro y ojos color miel

-¿qué pasa? ¿todo está bien?- ellas... Eran mis hijas... Mías y de Dia...
Me emocioné por ello, quería hablar mucho con mis pequeñas y eso, pero antes

-eh, si, todo bien ¿qué día es? - pregunté, necesitaba asegurarme de la fecha, si algo malo pasara no sólo me afectaría a mí, también a las niñas

-18 de abril- ¡fantástico! Es un día después, eso significa que aquí no está destinada a morir como las otras veces

-¿qué tal si llevamos a las niñas a desayunar?

-¡si!- otra pequeña más salió detrás de Dia, esta tenía el cabello negro y los ojos verdes.

Fuí a la entrada de la casa a esperar a que Dia saliera junto a nuestras hijas

-okey, primero tenemos que hacer una revisión- todas las pequeñas formaron una fila enfrente de Dia, mientras ella las miraba analizandolas

-1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y ¡8! Todas completas - dijo Dia con una sonrisa. Las miré enternecida hasta que caí en cuenta de algo ¡¿8?! ¡¿de dónde salieron tantas?! ¡Hace unos segundos sólo eran 5!- recuerden, no se alejen, no hablen con extraños y no coman demasiado porque luego les duele el estómago

-¡si!- gritaron todas al unísono, parecía más un ejército que nuestras hijas.

Afuera de la casa había una camioneta blanca, bastante amplia en la que subieron mis hijas por la parte de atrás

-¿estás bien? Hoy estás actuando... Diferente- me preguntó Dia antes de que pudiera entrar en nuestro vehículo

-si, no te preocupes es sólo que estoy un poco cansada- en parte era verdad, por alguna razón sentía mi cuerpo un poco débil. Cuando iba a entrar al auto me mareé y casi caigo al suelo, pero Dia me sostuvo antes de que pudiera hacerlo-gracias...- le dije un aún un poco mareada

-si quieres les decimos a las niñas que después...- cuando ella dijo eso, todas se asomaron por la ventana haciendo cara de perrito, no me podía resistir a eso

-no te preocupes, ya te dije que sólo estoy un poco cansada- le sonreí para que sintiera confianza

Cuando llegamos al local, que era el mismo al que siempre íbamos, ví que  Yoshiko y Riko eran las que atendían, al parecer este universo no es tan distinto al mío. Tuvieron que juntar dos mesas para que toda mi familia pudiera comer junta. 10 platos de Hot-cakes llegaron a nuestra mesa mientras los ojos de mis pequeñas se iluminaban al verlos. Cuando me había decidido a probar un poco, mi estómago dió un revoltijo y me dieron ganas de devolver. Corrí lo más rápido que pude hacia el baño. Mareo, vómito... ¿estoy embarazada?

Me despedí de Dia con el pretexto de que había quedado de verme con Kanan y Mari, pero en realidad quería comprar una prueba de embarazo. En el camino pensaba en quedarme a vivir aquí, todo parece tranquilo, es casi igual al lugar de donde realmente soy, además aquí aún tengo a Dia y ocho lindas hijas.

Entré a la farmacia que una amable viejita atendía, compré la prueba y fuí a casa de Yoshiko, aunque Kanan y Mari no lo sepan, creo que ya las e molestado demasiado. Mi amiga de la infancia no se encontraba en su casa y Riko tampoco, así que mejor fuí a donde Chika y You, pero tampoco estaban en casa. Otra vez tendré que molestar a las mejores amigas de Dia.

-Hola Hanamaru- me dijeron sonriendo al verme del otro lado de la puerta

-hola, necesito hablar con ustedes - quería ser lo más directa posible, si me iba a quedar, necesitaba saber todo sobre aquí

-claro, pasa- me senté en el sillón, su casa era un poco diferente a las de antes, esta era más pequeña, aunque muy bonita

-¿y bien? - me preguntó Kanan cuando se sentó al lado de Mari

-les hablaré claro, yo soy de un universo distinto, vine aquí porque en el lugar del que vengo Dia falleció- okey, quizá tampoco tenía que ser tan directa, eso sonaba a una completa locura

-ya veo...- dijo Kanan intentando analizarlo

- y...¿cómo fué que pasó?- no sabía si me habían creído o sólo tenían curiosidad por lo que fuera a decir

-un asesinato...- contesté recordando la escena

-oh...- nos quedamos en silencio unos minutos, mientras yo recordaba todo lo que había pasado ese día, jamás me hubiera imaginado que la perdería.

Ay no, otra vez está pasando, el desayuno, la casa de Kanan y Mari, maldición ¿cómo no me dí cuenta antes? Pero, hoy es un día diferente...

No tenía mucho tiempo para pensar las cosas, así que sólo corrí a la entrada para salir, aunque antes de que lo hiciera Mari me detuvo

-¿qué pasa?- me preguntó extrañada

-debo salvarla- dije intentando salir, pero nuevamente me detuvo, sólo que esta vez me entregó unas llaves

-llévate nuestra moto, así llegarás más rápido- me sonrió soltandome, entonces salí y tomé prestada la motocicleta de la cochera de mis amigas, no se como es que lograron creer en lo que les dije, pero les estaba muy agradecida.

Entré a la casa, todo estaba en silencio y las luces apagadas, tal vez aún no habían regresado.

Entonces volví a presenciar esa escena.

Dia tirada sobre un charco de sangre, sólo que esta vez era acompañada de 6 pequeños, que eran mis hijos. Faltan 2, así que los busqué por toda la casa, hasta que los encontré escondidos en un armario

-¿qué fué lo que pasó? - les pregunté preocupada al verlos temblando del miedo - tranquilos, soy yo...

-t...tía Yoshiko nos va a esuch...

Y lo último que escuché fueron gritos de terror de mis hijos, al verme caer con un cuchillo enterrado justo en el corazón.

I Will Never Let You GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora