Capítulo 17

1.2K 140 68
                                    

Ahí se encontraban, ambos países sentados uno frente al otro sobre los sillones terciopelados de aquella sala, la tensión se podía sentir en el ambiente, cualquiera que los viera escaparía aterrorizado de inmediato.

Italia, quien estaba más que furioso, se hallaba de brazos cruzados y con el ceño fruncido, reprimiendo sus impulsos de golpear al francés quien lo observaba molesto y fastidiado al mismo tiempo por el comportamiento que tuvo anteriormente.

Aunque reconocía que no estuvo bien intervenir en una reunión que poco o nada tenía que ver con lo que estaba pasando, y no pudo lograr controlarse a sabiendas de que el francés era uno de los principales responsables de todo, aun así no se arrepentía de haberle golpeado.

- ¿Desde cuándo?- preguntó el país tricolor después de varios segundos en total silencio, tratando de mantener la calma y no golpear al país contrario, porque ganas no le faltaban, pero no quería empezar otra pelea estando en desventaja.

Francia por su parte se mantuvo en silencio, a pesar de la insistencia con la que se hizo la pregunta no respondió, manteniendo su misma  postura firme y de semblante serio, casi desinteresado con el tema, desviando la mirada a otra parte evitando ver al italiano.

Se negaba a decir palabra alguna, no por carecer de argumento alguno, sino porque sabía que no lo entenderían por más que tratase de explicarlo, tuvo suerte cuando consiguió que Portugal aceptara ya que de no ser así tendría que haberle hecho "cambiar" por la fuerza, algo que enserio no quería hacerlo con Italia y Rumania.

Maldijo a Rumania internamente, no debió confiar en él, por qué siquiera pensó que entenderían la razón de sus acciones, que lo que estaba haciendo lo hacía por ellos.

-¡Responde maldita sea!- gritó irritado levantándose del sillón sobresaltando al francés, cada segundo que pasaba perdía la paciencia con él- ¿desde cuándo es que planearon toda esto?- volvió a preguntar casi amenazando.

-... 1946- susurró lo suficientemente audible como para que el italiano entendiera- ¿Feliz? Después de descubrir lo que Japón hizo a espalda de todos, fue que vimos una oportunidad para comenzar con lo que teníamos pensado- alzó desafiante su mirada encontrándose con un desconcertado italiano- Oh, ¿En serio pensaste que acabamos con todo lo que hizo? No te niego que fue la idea en un inicio, pero Él nos convenció de lo contrario, intentamos hacer que Japón también aceptara, fue una verdadera pena el que se negara- hizo una mueca fingida de tristeza

-... Qué fue lo que le hicieron- deletreó con furia cada palabra, comenzaba a hacerse una idea que no le gustaba para nada, rogaba porque no fuera así.

- Nada grave si es que así lo crees- respondió sin interés, haciéndole una señal al italiano de que volviera a sentarse quien obedeció fastidiado- él ya sentía un odio profundo, solo le dimos un pequeño empujón para que cooperara, no te creerías lo sencillo que fue lograrlo- una pequeña sonrisa se formó entre sus labios- hicimos lo necesario para que esto funcione, si estuvieras en nuestro lugar también lo hubieras hecho- terminó por hablar.

- ¿Cómo lo que le estás haciendo a España?- volvió a preguntar, aunque más que pregunta pareció un reclamo de su parte- No me compares contigo porque no soy como tú, nunca me atrevería a cometer un acto tan ruin y despreciable como el usar a países inocentes para mi propio beneficio como tú lo haces.

- Él se entrometió en lo que no debía- intervino, afrentado por como el italiano se atrevió a calificar su acciones sin conocer sus razones- todo el tiempo frustrando cada mínima oportunidad que teníamos. Yo nunca planee que él estuviera en esto, pero no me quedó de otra si queríamos avanzar.

- ¡Eran su familia! cómo demonios pensaste que no intervendría- alzó su voz prácticamente gritando- sabías muy bien lo mucho que España aprecia a sus hijos y aun así te atreves a experimentar con ellos como si fueran conejillos de india- apretó fuertemente sus nudillos hasta que estos pierdan su color, de sus ojos podían verse pequeñas lágrimas cristalinas asomarse por el cólera que sentía en ese instante.

¿Un Viaje Familiar...?- countryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora