No me duele, no me afecta, ya me rompí tanto que aprendí a ser flexible, a ser imponente inquebrantable, un monumento al aguante de miles. La verdad ya he recibido tu mirada de odio, de reprobación, de asco y también la mía, me hiciste creer que no valía nada, que sin aprobación no era nada, me hiciste creer que por mi cuerpo, mi cara que no encaja en los estereotipos no era nadie, que valgo menos y cómo me lo creí, por cuánto tiempo me sentí insuficiente, cohibida, triste, asqueada, deseando ser alguien diferente. Todo el tiempo me bombardeaste con publicidad, con cosas que debía utilizar para ser aceptada para ser un producto de consumo más valorado, ¿así me veías? ¿verdad? para ti ninguna de nosotras eramos personas aunque se empeñaban en decir que sí. Realmente crecí con ese chip en mi cabeza igual que todas mis hermanas, todas compitiendo por aprobación, nacimos y poco a poco ese chip se iba introduciendo dolorosamente en nuestros cerebros . No puedo decir que ya todas estamos despiertas, ni puedo asegurarte de que esté totalmente cociente de todos los comportamientos auto-programados por ti en mi accionar y pensar, pero puedo decirte que mi consciente sabes que estás allí, sabe que existes y si existes significa que te podemos hacer dejar de existir cómo lo has hecho con nosotras. La lucha es real y tomar consciencia es solo el principio de tu fin.
