El embarazo de Helen

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Una mañana al despertar en casa, mi esposa Helen me despertó dando saltos sobre la cama; muy emocionada.

-¡William! Despierta...-

- ¿que sucede amor?, ¿porque tan alegre?-

- ¡vamos a tener un hijo! un nuevo miembro a la familia...-

Me sentí muy contento por la concepción de un nuevo ángel en la familia, pero a su vez me sentí triste deseaba que mi niña estuviera aquí... No se siente tan agradable la noticia de volver a ser padre cuando has perdido a un miembro que lo conforma y mas aun cuando ni respuestas sabes de ella. No había de otra mas que camuflajear mi tristeza con esa noticia.

-¡mujer me haces tan feliz!-

Los días pasaron y Helen se vio en mal estado, pues el embarazo le había caído un tanto mal. Los vómitos y mareos eran constantes. Los días pasaron, y mi mujer siempre me pedía que le hiciese cariño a la criatura que crecía en su vientre, pues yo no le negaba mi afecto, pero era demasiado exagerado llegaban ocasiones donde yo ni podía reunirme con el detective Clow para hablar del asunto de Sophia cuando ella interrumpía cada conversación para que yo le hiciese cariño al niño.

-amor haz le cariño al niño...- dijo ella entre dientes

-por favor... Helen, estoy muy ocupado platicando con el detective Clow.- respondí entre dientes.

Helen insistía tanto que por un momento perdí la paciencia y le grite frente el detective.

-¡Helen, por favor estoy ocupado... De por sí, la casa esta súper pesada y tu que últimamente, te me has dedicado ha interrumpir todas las conversaciones que son de suma importancia sobre nuestra hija!-

-por favor William, lo único en quien piensas es en Sophia... Yo se que Sophia es nuestra hija, pero solo te pido que le des un poco de amor... Al...- William le interrumpe.

- ¡Amor... Amor! Le doy mi amor cada segundo del día... Pero, no veo que le dediques un poco de amor a Sophia... Siempre estoy solo buscándola, y la vivo llorando...-

- yo si amo a Sophia... La lloro cada noche. ¿Tu que sabes de mi dolor?- Helen se marcha.

El detective aturdido se marcha. Mi cólera aumento, puesto que el detective tenia toda la razón de marcharse después de oír toda esa discusión.

Subí a buscar a Helen por todos las habitaciones, y la halle acostada en la cama de Sophia llorando, me controle al verla así, entendí que todo lo que ella hacia era intentar de calmarme por eso fue la idea del procrear al niño del mismo modo en se que engendró a Sophia. Abrase a Helen y de rodillas le pedí perdón a ella y al niño por supuesto, de allí en adelante me propuse a dedicarle un poco mas tiempo al pequeño; tanto que por momentos Helen y yo nos olvida vamos de todos los problemas.

Tiempo después... Mi esposa me ruega que la abrase y que le de calor... Pues la verdad es que la habitación estaba tan helada que tuvimos que usar al rededor de ocho mantas y tres cobertores y aun se sentía el frío en los huesos.

- ¿que es lo que sucede Helen? Fuera de la casa no hace frío porque aquí adentro de la casa hace frío esto es de locos.-

-no lo sé, temo que es Sophia la que altera las cosas en esta casa.-

-mujer, Sophia no esta muerta...-

La solté insofactamente y me di la vuelta para dormir. En el momento en el que estamos durmiendo plácidamente de repente Helen comenzó a dar gritos desgarradora mente. Me devolvió de un salto del susto,

-¡Helen! ¿que te sucede mujer?

Los Lirios de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora