wonderland [2jae] × libro #1

Capitulo 3.

Youngjae.

<Voy a volver a vivir con Jaebeom un mes entero.>

Es lo primero que pienso cuando me explican de qué va eso de el País de las Maravillas.

Volver a estar un mes entero de aquello que me escape. Parecía que la vida me jugaba una mala broma, quizá me lo merecía por como lo herí cuando le dije que me quería ir a vivir solo.

No lo dijo con palabras, pero lo vi en sus ojos. Aquellos ojos aún me atormentaban y era extraño, mi mejor amigo; la persona que más quería, era la persona que más me hacía enojar, frustrar, sentir esas emociones que no sentía hace mucho.

Dependíamos mucho del otro.

Pero no puedes depender de una persona, porque, cuando esa persona se vaya, ¿qué quedará de ti? Simplemente un vació. Y aún sentía ese vacío.

Y cuando creí que ese vacío se había ido, me llama una compañía para decirme que me gane un viaje a unas islas llamadas el País de las Maravillas con otros chicos, incluido Jaebeom. Aunque, me hubiera sentido peor sino iba con él. Con mi mejor amigo de toda mi vida. Habíamos hecho tantos viajes juntos que simplemente no cabía en mi mente el no estar sin él en un país -isla- extraña.

Sabía que extrañaba demasiado a Jaebeom los días en que me ponía nostálgico, pero nunca pensé en volver a vivir juntos. Ahora cada uno tenía su vida, nos seguíamos hablando como antes, pero ya no dependíamos tanto del otro.

<Un mes entero.>

Además, me sentía enojado de nuevo. Jaebeom sabía que nos íbamos a ir a esa puta isla y no me contó nada. Vaya mejor amigo que tengo...

Mientras esperaba a mis amigos, abrí Twitter y publique:

<Les tengo que contar algo. Espero que no sé enojen.>

Mi celular vibraba en mi mano mientras las menciones de mis fans llegaban por millones. Sonreí leyendo cada uno de esas menciones.

Mi celular sonó dando a entender que había recibido un tweet y era de Yunho. Reí.

<@333cyj333 Deja de ser tan nena y baja que ya llegamos.>

Publique un último tweet antes de levantarme.

<Voy a salir con los chicos. Luego les cuento.>

Les di una caricia a mis perros; Coco y Dalkyeom y salí de mi piso.

Lo primero que vi fue el auto de Yunho estacionado en frente de mi departamento. Podía distinguir a las tres personas que había adentro.

Me despeine un poco el cabello mientras iba caminando hacía ellos. Abrí la puerta trasera encontrándome con Jackson del otro lado que me sonreía.

-¿Qué tal, Youngjae?

Le sonreí en respuesta y cerré la puerta trasera mientras sentía que Yunho ponía en marcha su coche y empezaba a ir por las calles de Corea.

Vi como Jaebeom giraba de su asiento de copiloto para verme, me dedico una sonrisa mostrando todos su dientes.

Siempre me había gustado esa sonrisa. Tan real. Tan sincera. Tal como era él.

-¿Cómo estas, Jae?

No podía estar enojado con él. Era todo lo que tenía en la vida y eso me enojaba.

-Cansado -respondí mientras apoyaba mi cabeza en el respaldo del asiento, estaba cómodo. Decidí hablar con ellos acerca de la Isla, aparte estaba un poco emocionado-. Me han llamado esta mañana.

Escuché la risa de Yunho mientras iba manejando.

-Debes admitir que la broma estuvo buena -dijo sonriendo mientras me miraba por el espejo delantero.

-No de la broma, estúpido. Acerca del País de las Maravillas -dirigí mi mirada a Jaebeom que se le había borrado la sonrisa-. Gracias por contármelo.

-No podía, Jae -dijo mientras se encogía de hombros-. Me habían pedido que no te dijera nada.

Giré los ojos.

-A ver si empiezas a romper las reglas, querido Jaebeom.

-Hace mucho que quiero hacerlo -dijo bromeando, pero ya había sonreído de nuevo.

-En la isla va a ver mucha diversión -comentó Yunho mientras aparcaba en frente de un lugar de comidas rápidas.

-Vivimos de diversión, Yunho -dijo Jackson. Jaebeom y yo reímos.

Había sido la mañana más divertida de mi vida. Habíamos hablado sobre qué creíamos que íbamos a hacer en la isla, obviamente bromear un poco con los chicos que iba a haber ahí. Un poco de trolleo nunca venía mal.

+++

Estábamos en mi casa grabando un vídeo, explicando que nos ibamos por un mes. Estaba súper nervioso, pero sabía que podía hacerlo con mis amigos a mi lado. Como siempre.

-Y es que, ¡nos vamos a unas islas por un mes!- dijo Yunho a la cámara.

-A una isla, mejor dicho -lo contradijo Jackson-. Se llama El País de las Maravillas.

-Nos vamos con Yugyeom, Bambam, Mark y Jinyoung -comenté sonriendo-. Y era esto lo que les quería avisar: no sé si voy a tener internet en la isla, seguro que no, pero si llegó a tener, estaré publicando en Twitter. Sino... un mes sin su persona favorita. Según nos contaron, nos vamos en dos días. No me odien, chicos. Los voy a extrañar.

Yunho y Jaebeom sonreían a la cámara. Se notaba que ellos no iban a extrañar tanto como yo este tema del internet. Sabía que el único que me entendía era Jaebeom.

-Y bueno, chicos -dije mientras abrazaba a Jaebeom-, prometo cuidarlo -reí-. Y con esto nos despedimos.

Se había hecho tarde cuando subí el vídeo. Había cenado con los chicos una pizza y al poco rato se tuvieron que ir.

Veía como se terminaba de subir y sentí muchos nervios. No sabía cómo reaccionarían los fans. Pero apenas vi que se subió, lo fui a publicar en Twitter como siempre.

<Explicando algo junto a Jaebeom, Yunho y Jackson. Voy a estar aquí leyéndolos.>

Publique el vídeo junto con la frase y espere. Cada segundo me estaba matando.

A los diez minutos empecé a recibir menciones. Muchas como "los vamos a extrañar.", otras como "espero que la pases bien" y unas en plan "espero que ardas en el infierno." Ignore las más molestas.

Pero había un tweet que me había llamado la atención.

<@333cyj333 Si te dieran a elegir con quién compartir cama, ¿a quién elegirías?>

Contesté sin dudarlo.

<@ahgaseven Creo que no cabe duda que elegiría a @jaybknow>

Y era cierto, no había dudas de eso. Hasta yo mismo lo sabía. Lo había elegido siempre, había sido el primer amigo con el que me había ido a vivir por primera vez y ahora, luego de un año sin dormir en la misma casa, íbamos a dormir un mes entero en una Isla.

Pero ese no era el problema, lo entendía ahora. El problema sería cuando volviera. Pero se encontraba lejano ése problema, aunque sabía que no por mucho.