Capitulo 1.

373 41 2
                                    

Youngjae.

Sabía que había sido un error traspasar aquella puerta. Esa puerta de la vida. Esa puerta de la que ya no tenia escapatoria. Esa puerta, sin duda, me habia dado mis mejores momentos pero a la vez los peores.

<No te quejes, esto era lo que querías.>

Y no me quejaba, no del todo. Yo había elegido ir a vivir solo. Jaebeom, mi mejor amigo, no había hecho nada malo. Pero aún así, había pasado más de un año y yo seguía pensando que habia sido un error.

Los dos necesitábamos nuestro espacio, lo sabía. Habíamos sido, y todavía somos, uña y carne. No me quejaba de eso. Sino de haber decidido que era el momento de abrir una puerta y cerrar una. Pero aún así no podía cerrar aquella puerta, no cuando mi mejor amigo seguía ahí adentro.

Escuche a mi perra ladrar y eso fue lo que me alejó de mis pensamientos.

<Levántate y ve a darle de comer a Coco.>

Pero no quería levantarme, me sentía tan bien en mi cama, tan cómodo, tan tranquilo, que sabía que apenas ponga un pie afuera, los problemas caerían a mí como de costumbre.

<Esto no hubiera pasado si Jaebeom hubiera estado conmigo. Le habría dado de comer él mismo a la maldita perra.>

<Esto te lo buscaste tú, Youngjae.>

Enojado de escuchar a Coco ladrar, me levante finalmente de la cama y camine hasta la cocina, dónde la encontré mirándome desde la puerta.

-Coco, eres una gorda -la acuse-. Todo el día comiendo.

Ella me respondío con un aullido que sonó como "tú callate y dame de comer."

<No te enojes con Coco sólo porque Jaebeom ignoro tú llamada anoche, Youngjae.>

Suspire poniendo la comida a mi gata y me fui al salón.

Era cierto, Jaebeom no me había contestado la llamada, pero no fue eso lo que me enojo.
Sino que minutos después lo veía conectado en Twitter hablando lo más que bien con Yunho. Si no quería hablar conmigo me hubiera mandado un "ahora no, Youngjae" y ahora yo no estaría enojado con la perra que no hizo nada.

No sabía que hacer. Mire el reloj, eran las diez de la mañana. Seguro Jaebeom seguiría durmiendo. Siempre dormía tarde y lo tenía que despertar con la comida cuando viviamos juntos.

Esos recuerdos parecían tan lejanos.

Vi como Coco venía hacía mí y se subía en el sofa y empezaba a dar mordiscos a mi manos.

-Tonta perra -dije mientras le acariciaba el lomo-. ¿Qué sería sin tí?

Escuché como mi celular sonaba en algún lugar de la casa. Fruncí el ceño. Me levante para ir al cuarto y vi como mi celular sonaba en mi mesa de luz.

Número desconocido. Atendí.

-Habla Youngjae.

-¿Señor Choi Youngjae? -Una voz más o menos conocida sonó a través del móvil. Fruncí el ceño.

-Así es.

-Hablamos del hospital. Queríamos decirle que su mejor amigo, según una persona, Lim Jaebeom ha tenido un accidente y se encuentra gravemente herido.

Sentí como me ponía tenso al escuchar el nombre completo de Jaebeom, parecía como si diez mil cuchillos se habían clavado justo en mi espalda y no podía respirar.

-¿Jaebeom...? -mi voz se quebró-. Voy para allá ahora mismo, dígame que hospital y...

No pude seguir hablando porque escuchaba como una risa conocida llegaba al otro lado de la línea.

-Hola Youngjae -dijo la voz de Yunho riéndose-. Es una broma.

Sentí como volvia a respirar, pero esa sensación de alivio se convertía en enojo.

-¡Serás estupido! -le grite-. ¿Fue idea de Jaebeom hacerme esta maldita broma?

Escuche otra risa y la voz de mi mejor amigo se noto a través del celular.

-Hola Jaejae -su voz siempre me habia parecido linda pero ahora mismo estaba tan enojado que ignore su broma.

-Mierda, me cago en todo.

-Que estoy bien, Jae -escuché su risa-. Aunque me da satisfacción que si me haya pasado realmente un accidente te pondrías así.

-Mira, vas a tener un accidente cuando te vea de los putazos que te voy a dar, idiota -comenté mientras miraba como Coco jugaba con Dalkyeom-. Para bromas, todo bien, pero cuando yo te llamo, me ignoras olímpicamente.

Hubo un silencio al otro lado de la línea.

-¿Qué pasa, Jae? -ya había dejado de reírse.

-No importa, Jaebeom -dije mientras suspiraba-. Dime que pueden ir a comer a un lado, estoy harto de estar en mi casa.

-Si, Jae -se le notaba animado-. Le digo a Yunho si quiere salir, ¿ok? Y luego te pasamos a buscar.

-Ok. Nos vemos, Jaebeom.

-Hasta después, Jae -cortó.

Sonreí. Me había enojado por nada. A veces pareciamos matrimonio, él sólo me hizo una broma; tampoco es para tanto.

Escuché como mi móvil sonaba de nuevo en mi mano y atendí sin mirar.

-¿Y ahora qué, Jaebeom?

-¿Señor Choi? -una voz sumamente desconocida sonaba. Ahora sí que no era mi mejor amigo.

-Sí.

-Queríamos hablarle sobre El País de las Maravillas.

wonderland [2jae] × libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora