AMAL JADID

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Antes de arruinarlo en grande se alejó como alma que lleva el diablo, salió de la casa y tomo un taxi, llevando a la niña con él

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Antes de arruinarlo en grande se alejó como alma que lleva el diablo, salió de la casa y tomo un taxi, llevando a la niña con él. No hubo conversación alguna en el auto, ambos iban callados. Faruk esta vez puso atención al aspecto de la niña, vestía de una manera singular, no vestía como debía hacerlo, no llevaba puesta una BURKA o siquiera un HIYAB. La niña vestía un hermoso vestido de satín, y es que era lógico, la obligaban a venderse, no podía portar ropa la cual cubriera la mayor parte de su cuerpo.

Iban llegando al apartamento de Faruk, a unas calles del WAHAT. La FATA se mantenía en silencio sentada con su mirada fija en la mesa ratona al centro de la sala con Faruk a su lado sin saber que decir o hacer primero. No quería asustar a la chica.

-“SAYIDI debe comenzar”- dijo de manera insegura la chica. Faruk pudo percibir temblor en su voz, que tan mal ha sido tratada. –“¿Qué debo hacer por usted?” – poniéndose de pie y mirándolo.

-“¡No!- dijo Faruk gritando sin querer, ocasionando que la niña diera un salto en su lugar –“Es decir. No debes hacer nada. En realidad solo quiero charlar contigo.”- Avanzó hasta la niña –“Primero dime ¿cómo debo llamarte? Yo soy Faruk y solo me gustaría ayudar”.

La joven lucía atónita pero aún no se atrevía a decir nada. Sentía el aire caliente y pesado y sus ojos comenzaban a picar, llenándose apenas de lágrimas. No sabía si debía creerle. La verdad nadie le había ofrecido ayuda durante todo este tiempo. Los otros hombres con quienes había estado solo se habían preocupado por aprovechar lo que habían pagado.

-“Aamaal”- soltó la niña -“Soy Aamaal” – Repitió esta vez intentando sonar firme.

Faruk le regaló una sonrisa para darle seguridad –“Lamento las circunstancias Aamaal.”- Concluyo Faruk.

-“Y-yo”- Faruk asintió dándole a entender que la escuchaba –“Y-yo quiero ver a mamá. ¿Usted podría llevarme a verla?”- Lo miró con súplica –“Prometo solo ir a verla y volver. SAYIDI Rashid no se va a enterar”.- le rogo tomándole la mano.

Aamaal iba a ponerse de rodillas pero Faruk fue más rápido que ella y la detuvo.

-“No Aamaal. No debes hacer eso”- Dijo desconcertando a la niña mientras la guiaba de nuevo al sillón para que se sentara. Una vez Aamaal estuvo sentada, Faruk se sentó en cuclillas frente a ella, delante de la mesita central en la sala. –“Yo prometo que te ayudare y pronto podrás verla.”- le aseguro Faruk –“Pero primero, por favor, debes decirme todo lo que sepas de Rashid, el WAHAT y sus hombres. ¿Está bien?”.

La niña asintió. –“SAYIDI Rashid es quien nos da las ordenes. Él dice que debemos hacer, como vestir y a quien servir.”- le dijo la  niña –“Pero Rashid a veces es muy malo. Cuando Lamya y yo no le obedecemos él suele castigarnos.”- dijo Aamaal ahora evitando su mirada.

Faruk, en un intento de darle consuelo, la toma ambas manos entre las suyas. –“¿Cómo las castiga?”.

-“Depende”- Ahora Aamaal ha levantado su vista a sus ojos –“SAYIDI suele dejarnos sin comer”- dice Aamaal con el creciente nudo en su garganta –“Otras veces SAYIDI es más severo. Él sólo…”- Su voz suena ahogada y Faruk es consciente de que la niña se echara a llorar en cualquier momento. –“Él nos golpea o…”- E inevitablemente ahí está. Aamaal se ha dejado escapar un sollozo.

-“Está bien Aamaal.”- Faruk le da un lleve apretón a sus manos en un intento de consuelo. –“Entiendo. No debes decirlo si no quieres. Voy a ayudarte, a ti y a todos los chicos que están también en el WAHAT”.

Aamaal se dedica a asentir rápido y varias veces. –“Señor Faruk. ¿También podrá ayudar a Lamya?”- suelta Aamaal preocupada por su amiga. –“Ella es como mi hermana y es la única que ha estado conmigo en todo esto. Ella es más pequeña que yo y Rashid la pone a trabajar más que a todos. Supongo que Lamya es su favorita.”- Mira a Faruk con un deje de súplica en sus ojos.

-“Te doy mi palabra Aamaal. Por ahora solo debes continuar ahí en lo que yo busco más pruebas para proceder ¿de acuerdo?”- Aamaal asiente –“Bien. Seguiré pagando por ti cada que pueda. Tú encárgate de portarte bien y no te busques problemas con Rashid.”- La ayudo a ponerse de pie –“Ahora ve a dormir. Mi habitación es en la segunda puerta a la derecha. Yo dormiré aquí en el sofá y no acepto un “no” por respuesta. Anda”- Le dijo señalándole a la niña por donde debía ir.

Aamaal lo mira no muy convencida pero no está en condición de negarse. El señor Faruk se ha portado muy amable con ella y no quiere que ese se arruine. Sin más, se dirige a la pieza y al llegar se dedica a acomodar todo para dormir.
Recuerda la última vez que se fue a dormir así de tranquila. Solía dormir con su madre. Se llena de  nostalgia y conforme pasan los minutos cae dormida.

 Se llena de  nostalgia y conforme pasan los minutos cae dormida

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Despierta y mira aquella habitación ajena. Se llena de pánico al darse cuenta del lugar en el que esta y luego  gira la cabeza mirando hacia la puerta donde divisa a Faruk. De pronto siente todo el miedo drenarse de su sistema para ahora ser abordada por el alivio. Talla sus ojos y enfoca a Faruk regalándole una sonrisa tímida.

-“SAYIDI Faruk lo siento. Seguro es tardísimo”- dice para luego ponerse de pie y colocarse su calzado. –“Permítame prepararle algo de desayuno. Es lo menos que puedo hacer.”- le dice dirigiéndose a la cocina pero se detiene al ver el comedor con un plato de comida. Se gira sobre sus talones y mira al responsable de ello.

-“Justo eso te iba a decir. Aamaal en realidad yo ya desayune. Solo falta que tú lo hagas.”- Le dice Faruk –“Además te vi dormida y no quise despertarte.”

Ambos tomaron asiento y Faruk se dedicó a mirar en silencio a la niña mientras comía. Pasó la mañana y ahora ambos se dirigían de regreso al WAHAT ALEASL para dejar a Aamaal.
Aamaal se despidió del hombre con la promesa de que él volvería y de que ella se portaría bien.

Aamaal se despidió del hombre con la promesa de que él volvería y de que ella se portaría bien

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Wahat AleaslDonde viven las historias. Descúbrelo ahora