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Sus tacones sonaban con fuerza por todo el lugar, haciendo un eco único anunciando su llegada, todos sabían a la perfección como actuar, hablar y mirar cada vez que ella entraba en acción lista para recibir la atención que tanto le daban sus admir...

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Sus tacones sonaban con fuerza por todo el lugar, haciendo un eco único anunciando su llegada, todos sabían a la perfección como actuar, hablar y mirar cada vez que ella entraba en acción lista para recibir la atención que tanto le daban sus admiradores y simples espectadores. 

Lisa y Ryujin caminaban a su lado mirando hacia el frente con evidente arrogancia, chicas y chicos que las observaban dejaban caer su quijada casi desmontada sin creer la fuerte impresión que daban las tres chicas con solo verlas caminar en aquella plaza,  en la cual era muy común ver los mismos rostros que veía cada día por los pasillos del instituto.

Maquillajes suaves, conjuntos únicos y cabellos moviéndose en perfecta sincronía, todos sabían su lugar con solo ver como ellas opacaban a cualquier persona a su alrededor, un completo espectáculo para solo una mañana de Sábado. 

Las tres chicas pararon enfrente de la pequeña cancha de baloncesto, observando como los chicos entrenaban animadamente como de costumbre e inmediatamente Jacob notó la presencia de las tres chicas, este se levantó de la banca e invitó a las chicas a pasar. 

-Hola chicos. -Lisa medio gritó tratando de llamar la atención del alto pelirojo que acababa de encestar, este saludó desde lejos con una gran sonrisa- Maldita sea, como desearía que esa camisa desaparezca algún día, es un desperdicio ver como juegan con tanta ropa encima. -Ryujin rodeo los ojos y se sentó al lado del canadiense. 

-¿Eso es todo lo que tienen señoritas? -gritó Ryujin desde su lugar- ¡Estoy segura que si voy hasta ahí tiemblan! -Mingyu rió y le tiró el balón. 

-Veamos si a como hablas actúas, muñeca. -Ryujin corrió al centro de la cancha y sin perder ni un segundo encestó al instante dejando perplejo a Yunho. 

-¿Dónde está San? -Aisha comenzó a buscar alrededor, miró a Jacob confundida al ver que no había rastro alguno del pelinegro. 

-No lo sé, dijo que llegaría un poco tarde porque tenía "algo muy importante que hacer" -comentó haciendo pequeñas comillas con sus dedos al decir lo último. 

Esta iba a comenzar a protestar pero el rugido de una motocicleta la detuvo, San había llegado, chaqueta de cuero negra, jeans rasgados y una camisa blanca sin mangas era su atuendo de esa mañana y por los ángeles que se veía demasiado bien. 

-¡Choi te tardas demasiado! -Vernon le tiró el balón y siendo atajado por el pelinegro, alzó una ceja divertido mientras sonreía dejando ver sus hoyuelos.

Y Sin dudarlo dos veces entro al juego, Aisha se acomodó sus ropas desde su lugar lista para recibir uno de los ya acostumbrados cumplidos de su chico, sin embargo este nunca llegó y solo vio como el pelinegro jugaba y bromeaba con sus amigos. 

San siempre ha sido el amor platónico de Aisha, desde el día que lo vio entrar por el portón del instituto con su corbata mal colocada y camisa desacomodada supo que ese era el chico perfecto para ella y  no crean que es por algo relacionado con el "amor a primera vista" o algo por el estilo, sino que para ese entonces Aisha ya había empezado su pequeño reino en el instituto y el personaje de "chico malo y misterioso" era la pieza que faltante en su gran obra.

SALTY  (WOOSAN)Where stories live. Discover now