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Stiles

Hace 10 minutos exactos que no paraba de parlotear, era increíble como James me aguantaba sin enfadarse o incomodarse. Hace mucho tiempo que no me sentía así de suelto con alguien, definitivamente la estaba pasando muy bien, y si alguien me preguntaba sobre Star Wars era prácticamente imposible que algo me callara.

Habíamos llegado al café hace unos 20 minutos, era un café alejado un poco de beacon Hills sobre la ruta, un lugar que James me había traído que para el era algo especial, cosa que me había parecido muy tierno.

Casi que no se notaba la diferencia de edad, yo estaba por cumplir los 18 así que mucho problema por esto no había, aunque nos llevábamos unos 11 años. Aunque si hablábamos de diferencias con Derek nos llevábamos unos 7 casi toda la manada e igual era prácticamente uno más. Descubrí que James era Tauro, un signo que se complementaba bastante bien con el mío (aries).

James era simplemente encantador, era un caballero, muy educado y tenía una de esas sonrisas dignas de ver. Era muy apuesto y tenía un rostro muy particular, realmente era muy peculiar encontrar a un chico así más de su edad, era la clase de persona que no salía de fiesta por quedarse leyendo o durmiendo, era muy considerado y ponía adelante los sentimientos del otro. Trabajaba de chef y tenía una vida bastante simple, tenía un perro y una gata y vivía solo en un departamento, se había mudado a beacon Hills hace 3 años y no estuvo nunca en una relación seria ya que hace poco había salido del clóset.

Después de que termine de hablar me quedé embobado con lo que el me iba contando, como su risa era acogedora y como sus rizos colorados le adornaban la cara. Era condenadamente apuesto, era simple pero no aburrido, lejos de eso. Me contaba como en su tiempo libre estudiaba astronomía y como le gustaría ser astronauta. Era una persona con ganas de vivir, y a Stiles, eso sin duda se le contagiaba cuando estaba a su lado. Se notaba su amor por su familia y en su voz se notaba que había vivido cosas duras, como cuidaba a Stiles en las mínimas cosas, de si su café estaba demasiado caliente o si estaba poniendo demasiado azúcar.

A Stiles le agradaba. Le gustaba, y eso le daba miedo.

.....

Luego de que James lo dejara en su casa la sonrisa le duró el resto de la tarde, habían pasado dos horas en su cita y ya se habían hecho las 8. Su padre había llegado y le había contado que tenía que cuidar a Derek en la noche. Su padre se alegró mucho por verlo sonreír así a su hijo, pero no dijo nada.

Ya para las 11 después de la comida me puse en marcha hacia el loft de Derek. Me esperaba pasarla mal, aunque con la emoción que traía encima era como si nada le pudiera herir. O eso creía.

Llegando al loft de Derek se dio cuenta que no había llevado ningún pijama, pero no presto mucha atención.

Toco la puerta lentamente y un Derek recién salido de la ducha le abrió, en cuanto lo vió todo los ojos intensamente.

Stiles no sabía si era por su cita o por cual fuese la razón pero no noto ni le importo que Derek se encontrara cubierto de la cadera para abajo por una toalla gris.

Realmente no le presto atención a eso hasta que Derek le dijo que iría a cambiarse.

-Espero que hayas comido antes de venir porque no tengo ni la más mínima gana de prepararte algo, ya sabes donde esta el baño y si necesitas algo, cosa que espero que no, allá estaré durmiendo -dijo mientras señalaba una puerta que supuse que sería su habitación, antes de contestar Derek hablo por encima de mi- Aquí dormirás tú.- señalando un sillón cama que había puesto en el loft al lado del televisor.

Simplemente asenti con la cabeza, no estaba para discutir con Derek, y menos justo hoy.

Al principio costó dormir pero al cabo de unos minutos pude conciliar el sueño.

...

Al rededor de las 4 de la mañana me desperté todo transpirado, acababa de tener una pesadilla. Rezaba porque no hubiese despertado a Derek porque como pintaba la cosa existía la posibilidad de que hubiese hecho algún sonido. Mi respuesta se contestó sola cuando vi a Derek abriendo la puerta que suponía que era su habitación.

-¿Sucede algo? Escuche algunos ruidos

-Disculpa yo- no terminé a decir mis palabras porque fui cortado bruscamente

-Olvidalo, no es que me importe.

Derek y yo nos vimos sumidos en un silencio incómodo que rápidamente el finalizó.

-Bien no creo poder volver a dormir ahora, ¿sabes jugar al FIFA? Al menos me puedes dar un poco de diversión humana mientras pasamos estas 2 últimas horas de nuestra convivencia.

Asenti con la cabeza sabiendo que estaba mintiendo. Nunca había jugado al FIFA, no era mi tipo de juego. Yo era más del lol y otros juegos más tirando a mmorpg.

Realmente no me esperaba lo que pasó a continuación, si alguien me decía hace una semana que me encontraría jugando a un juego sin  arrancarnos la cabeza con DEREK HALE, no le hubiese creído, hasta me hubiese ofendido. Pero ahí estaba, Derek se estaba riendo suavemente por mi inexperiencia en el juego y mis errores de novato, hasta que en un momento cometí un grave error y Derek soltó una gran carcajada. A lo que respondí fingiendo un falso enojo que aunque no lo sabría en el momento, a Derek le pareció tierno, aunque nunca lo admitiría.

Pasamos las siguientes 2 horas jugando, realmente se me hizo bastante agradable. Mi turno terminaba a las 6 pero me quedé hasta las 7 para preparar el desayuno, cosa que Derek no me pidió pero en el fondo agradeció.

Esa noche no había sido tan mala.

-Pensaba que en los videojuegos no serías inútil Stilinski, pero me equivoque -Dijo Derek sorbiendo lentamente el café que acababa de preparar. En otra situación ese comentario me hubiese caído mal, pero el tono con el que lo dijo sabía que no era con intención de herir.

-Eso es porque me tomaste desprevenido con un juego que no acostumbro, deberías verme jugando al god of war o algo parecido, Hale.

-Al final tu compañía no fue tan molesta después de todo.

Con esas palabras me fui, ya iba a terminar llegando tarde a la escuela, Derek me dirigió una mirada en forma de saludo y yo me fui en mi Jeep hasta mi casa a buscar la mochila de la escuela. Rezaba llegar a tiempo.

Humano - SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora