Cinco

497 28 0
                                    

Llevaba varios días bastante
inspirado con la nueva letra que había empezado a escribir. A pesar de solo tener una parte de la canción, ya hasta le había puesto una melodía con la guitarra. Quizás todos los sucesos que había vivido desde que llegué a Cooperstown habían marcado un antes y un después para mí. La inspiración fluía por mis venas mucho más seguido desde lo que solía hacerlo en las calles de Los Ángeles.
No estaba seguro de si era por el lugar, por el clima, o por las personas que acababa de conocer pero, efectivamente, sabía que Anabella era una de las piezas más importantes de mí rompecabezas.

Hace unos días, su padre la obligó a que me llevara a conocer un poco el pueblo, y fue el paseo más interesante de mí vida. La oportunidad de entablar una conversación interesante con la chica de pelos anaranjados fue una experiencia muy agradable. Ella era una fiel amante del béisbol, lo cual no me sorprendía, debido a la enorme y hermosa cancha que estos lares poseía. También mencionó que era muy fanática de Bruno Mars, lo cual también podría llegar a comprender, porque él era un artista impecable.
Obviamente, no pude dejar escapar la oportunidad para preguntarle cómo había sido la aparición de su asma, sin embargo, resultó no agradarle mucho mí pregunta. Simplemente se limitó a decir que fue durante sus años de adolescencia, pero jamás especificó a qué se debía.
Por mí parte, sentía que había tantas cosas que esa chica cargaba sobre sus hombros. La conversación de la cena de hacia unos días predominaba en mí cabeza constantemente, logrando que incluso a veces no pudiera conciliar el sueño. ¿Por qué ella creía que tenía la culpa de la muerte de su madre? Sentía que había una parte de la historia que me estaba perdiendo, pero a pesar de ello, no podía obligar a Bella a hablar de algo que no quería, así que tendría que esperar a que ella confiara en mí lo suficiente como para animarse a contarme toda su historia.

Decidí salir de casa hoy, ya que el día estaba espléndidamente soldado. Cargué con mí guitarra y mí pequeño cuaderno, en donde tenía aquella letra inspirada en la chica pelirroja, y partí hacia el lago que envolvía la ciudad de Cooperstown.

*

Acaricié con suavidad las cuerdas de mí guitarra, dejando que las notas que había pensado para mí nueva canción fueran llevadas por el viento.

She closed the door, she hides behind the face nobody knows

Mí voz salió desenfrenadamente al sentir la necesidad de querer acompañar a mí guitarra.

She feels her skin touch the floor
She wants to fight
Her eyes are tired, nobody’s on her side
She wants to feel like she did before

A pesar de que simplemente había logrado escribir ese par de frases, la inspiración inundó mí cuerpo de un segundo al otro, entonces mis ojos se cerraron y me dejé llevar por la calidez del momento.

She looks into her mirror
Wishing someone could hear her, so loud
And I, need love, to hold me closer
In the night, just enough

Una sonrisa apareció entre mis labios al oir lo que de mí boca había salido segundos atrás. La verdad era que le pegaba muy bien.

— Wow, no sabía que cantabas tan bien — La voz de Bella resonó por mis oídos, haciéndome dar un respingo, y logrando que trazara una larga línea en mí cuaderno color azul claro.

— ¡Qué susto! — exclamé, llevándome la mano hacia el pecho.

Por primera vez, una pequeña risa salió de los labios de Anabella, y fue música para mis oídos. Una sonrisa se plasmó entre mis labios al ver cómo la joven tomaba asiento a mí lado y me miraba con cierta curiosidad.

This Town - {njh}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora