Interlude

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Simon estaba cansado de su vida, honestamente.

Y estaba cansado de estar cansado.

A veces, viendo el techo de su solitaria y mugrienta habitación, odiaba un poco a su yo de quince años que se idealizó una vida perfecta para cuando fuese mayor de edad. Porque se había hecho bastantes ilusiones que la realidad se encargó de hacer trizas. Su muy pronta adultez le dijo a su ingenuidad: "oye, pendejo, reacciona, ¿creés que tu vida será magnífica solo porque así lo quieres? Despierta, imbecil".

¿Pero qué tenía de malo desear una buena vida, sin complicaciones?

¿Por qué en este maldito mundo es tan difícil conseguir algo?, refunfuñaba en su cama, gruñendo contra las almohadas, quejándose de todo y nada, ¿qué tiene de malo desear tener una vida fácil?

Todos tienen que tener derecho a una vida sencilla, creía firmemente en eso, tener un trabajo, cualquiera que fuera, que te permitiera sustentarte sin quitarte el sueño.

(El maldito problema es que todos se habían acostumbrado a pelear y esforzarse por años para conseguir algo, algo que naturalmente es un derecho. ¿Qué tiene de malo no querer esforzarte?)

Pero desde que Simon se había independizado a los 18 años, habían sido... aceptables, sus circunstancias. Es decir, tenía un trabajo, se había mudado de la casa de sus padres, pero todavía habían mierdas que no le dejaban dormir tranquilo. La idea de ir a buscarte una vida propia es sentirte libre, bien contigo mismo, ¿no?, no sentirte juzgado y aún dependiente.

Juzgado y dependiente de tu propia familia.

[INCONCLUSA] Adult ; SNOWBAZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora