Las cosas son por una razón
SIMON
Hace un tiempo leí algo en internet, una frase en latín y su traducción al español. No recuerdo el latín, pero si como se decía: "el gladiador formula su plan en la arena", su significado hoy en dia es más simple: demasiado tarde.
Así me siento. Me siento como un gladiador a punto de ser asesinado por culpa de sus malas decisiones.
No seré asesinado, seguramente, pero mis emociones se pondrán a prueba otra vez.
Hoy fui a la universidad casi a las diez. Mi primera clase fue pasable, Introduciendo a la Psicología, esa profesora me gustaba. Pero luego pasé una hora sin hacer nada (y sin hablar con nadie, todos mis compañeros de carrera son unos santurrones idiotas), para entrar al fascinante Desarrollos Cognoscitivos, cuyo profesor, no sobra destacar, detesto.
Se preguntaran, ¿cómo puedes odiar a un profesor al que solo conoces de un mes? Pues bueno, colega, no sé, así son las cosas. Seguramente tiene que ver con que no me interesa esa materia y que detesto ver lo animosos que son mis compañeros y la migraña que me cada vez que me piden que de mi opinión sobre algo (sé que estoy estudiando psicología, ¡pero desarrollos cognoscitivos trata sobre hechos hombre, no me pidas que de mi opinion sobre hechos, es ilógico!).
Así que yo, calmadamente (y con bastante indiferencia, si gustas decir), tomé mi cosas y salí de la clase unos treinta minutos después de que inició.
Se sintió tanto liberador como opresivo. No me gustan las contradicciones, se sienten como decisiones indescifrables. Pero últimamente mi vida se parece bastante a eso.
Me vine a mi apartamento con el pensamiento inútil atorado sobre mi tálamo, lo que era un recordatorio innecesario de mi persona.
Estás cosas le quitan el apetito a uno, los animos de cualquier cosa, y siendo yo resultaba preocupante. Solo quería quejarme, salirme de la carrera y hacer algo productivo, pero tenía que prepararme para el trabajo. Eso no ayudó a mejorar mi humor, siendo sincero.
Por lo general mi trabajo no me resultaba molesto, me gustaba. Mis papás no entendían como podía gustarme ser recepcionista pero no sabía como responderles. Era pan comido. Aunque como no me encontraba en mis diez me regañaron varías veces.
En resumen: un día de mierda en mi aburrida monotonía.
Me gustaría no ser tan susceptible. Mi problema desde siempre ha sido que mis emociones se alteran al más mínimo cambio en el ambiente, resulta agotador, la fatiga emocional la arrastro por días hasta que finaliza en un día como este, donde nada me interesa pero me afecta.
BAZ
Deseaba que Fiona se callara.
Solo cinco minutos, no pedía demasiado.
Pero ella seguía dando vueltas por el vestidor, hablando de los preparativos del comeback, de las grabaciones del teaser, de las fotos, de las entrevistas. No paraba, parecía que no iba a terminar nunca.
Intentaba estar feliz porque este sería mi primer trabajo propio, pero encontraba todo amargo.
No quería hacer entrevistas, me ponían incomodo. No necesitaba que me dijeran el cronograma porque estaba tan emocionado por todo que me lo aprendí de memoria la primera vez que lo vi.
Y tampoco hacía falta ese tono de "te-recuerdo-las-cosas-porque-eres-un-irresponsable".
Tengo 19 años, no 15. No soy un novato en esto.
Además, Penélope me regañaría de no hacer el ensayo de Historia.
Parecía que el bendito título de preparatoria jamás me lo lograría sacar.
—Basil, necesito que escuches, el CEO está encima de nosotros por este álbum, está nervioso porque la agencia no intervino en el trabajo siquiera en lo menor y no se compara a tus anteriores albumes. Necesito que pongas de tu parte.
—Fiona- —Baz se cortó a si mismo antes de comenzar una réplica—. No sé a que te refieres. Estoy poniendo de mi parte, lo he hecho durante seis meses. Escribí las canciones, las produje, cree la portada del álbum, dirigiré los videos; todo en este comeback es mi esfuerzo. Estoy poniendo de mi parte.
Por supuesto que lo hacía. Baz había pasado noches sin dormir, había ignorado los ruidos de su estomago vacío, investigó y buscó por cada rincón las palabras y frases correctas, faltó a clases, se aisló. Él se había esforzado como nunca en su vida, estaba orgulloso.
Mas la agencia seguía viéndole con recelo, preocupados de que su inversión fallara. No confiaban en él, que tenía experiencia, tenía el respeto de la industria, solo por su edad. No se sentía ofendido, sino dolido. Que su mayor apoyo musical creyera que fracasaría...
Como si no le bastara con su padre, como si no fuera suficiente con sus adversarios. Ahora Fiona se sumaba.
Solamente, Baz estaba cansado.
—Quiero dormir un rato, despiertame cuando el entrenador llegue.
—Basil.
—Fiona.
—Tienes que contratar un nuevo asistente, sabes que no puedes lanzar el álbum sin uno.
Baz se echó en el sofá, sintiendo ya la siesta que tomaría. —Contratalo tu, ya que tan interesada estás.
Pudo sentir como su tía ponía los ojos en blanco (Fiona era experta en eso), y la oyó salir de la sala.
Finalmente.
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[INCONCLUSA] Adult ; SNOWBAZ
De Todo(Esta historía no fue terminada). Todos tenemos nuestros complejos, a algunos nos afectan más que otros. [AU SnowBaz] Historia original. En proceso.