Flores

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Luzu estaba en medio de un jardín de variadas flores. Adoraba estar en ese lugar, el sitio tenía banquitos para que las personas pudieran ir a apreciar las flores mientras estaban en una grata charla, leían un libro o querían descansar después de una larga caminata.

Borja Luzuriaga iba todas las tardes simplemente a apreciar el multicolor de rosas, pensamientos, lirios, tulipanes y demás flores. Era un paisaje hermoso.

Un día, un chico con cabello naranja se le acercó, y sin mediar palabra le ofreció una rosa color lavanda, sorprendido y curioso, aceptó la flor y le preguntó el nombre al joven, él se asombró e que el castaño le hubiera recibido la planta y, feliz, entabló una conversación con Luzu. Borja supo entonces que el chico se llamaba Manuel, pero prefería que le dijeran Lolito, y al igual que él estaba siempre en ese pequeño prado de flores. Su charla fue tan agradable que se hicieron amigos de inmediato, y al despedirse, Lolo le obsequió a Luzuriaga una rosa amarilla junto a un girasol y se marchó, entregándole una pequeña nota: "Eres como una cala". Definitivamente, el castaño no había entendido el mensaje de su nuevo amigo, pero el hecho de que el chico le diera flores sin darle motivos, le intrigaba y gustaba al mismo tiempo; Lolito era muy dulce.

Al otro día, ambos chicos se volvieron a reunir, conociéndose un poco más entre risas y buenas anécdotas, dándose confianza para contarse cosas un poco más profundas y personales. Al final del día, Manuel le dio a Borja una áster, que era flor similar a la margarita, pero con los pétalos más finos.

Los días pasaban, Lolito había comenzado a darle una rosa rosada todos los días a Luzu, gesto que enternecía muchísimo al castaño, y a su corazón ese gesto le fascinaba, pues cada vez que el chico con cabello naranja le daba una flor, le brindaba a Luzuriaga una sonrisa que le calentaba el alma y le abrazaba el corazón. Era realmente una emoción nueva pero hermosa.

Meses luego, Lolito cambió la rosa por una peonía del mismo color, y de igual forma se la daba todos los días.

Y luego, de pronto y de forma única, Manuel le entregó a Borja una rosa roja y se fue corriendo, poniendo por excusas que tenía deberes importantes por hacer.

Ese día, su madre se acercó a Luzu, al verlo llegar nuevamente con una flor en mano y el rostro brillante de felicidad.

-Borja, mi niño, ¿por qué siempre llegas con una flor del prado? Antes no era así.

Sin dejar de sonreír, el castaño le respondió a su madre. 

-¿Oh, éstas? Un chico que conocí hace unos meses allí me las da, siempre.

La señora Luzuriaga sonrió con dulzura a su hijo, que había empezado a hablar sin parar, contándole del tal Lolito, completamente ensimismado. Finalmente, su mamá habló:

-Mi niño, por como hablas del chico... ¿será que te hayas enamorado?

La sonrisa de Luzu desapareció de su rostro de un segundo para otro. ¿Él enamorado? Comenzó a analizar cada uno de sus momentos junto a Lolo, las conversaciones tan lindas que compartían, lo guapo que lo encontraba y lo tierno de que le diera una flor cada vez que se veían... 

Mirando la rosa en sus manos, Borja sonrió y respondió.

-Sí, mamá. Puede que me haya enamorado.

Su madre asintió con la cabeza, y comenzando a irse de la habitación, preguntó antes de subir las escaleras en dirección a su habitación.

-¿Sabías que las flores expresan emociones? Hace tiempo te vi llegando con flores, al inicio distintas. ¿Has pensado que, quizás, el chico se estaba comunicando a través de ellas?

Y sin esperar respuesta, subió las escaleras, con una sonrisa en sus labios. Su hijo estaba enamorado de un chico peculiar.

La curiosidad invadió la mente de Luzu, ¿sería posible? Rápidamente, el castaño se encaminó a su habitación y prendió su computadora, comenzando a buscar el significado de las flores que Lolito le había dado, procurando mantener el orden, lo que no le había costado, pues en una agenda, Borja había ido metiendo las flores, para conservarlas.

Al leer los resultados, todo tuvo sentido:

> Rosa color lavanda: Amor o atracción a primera vista.

> Rosa amarilla: Amistad.

> Girasol: Respeto.

> Cala: Belleza.

Luzu sonrió, qué forma más extraña había tenido Lolito de decirle que lo encontraba guapo. Siguió su lectura:

> Áster: (Flor similar a las margaritas) Confianza.

> Rosa Rosada: Afectación menor; inicio de una atracción o gusto mayor.

> Peonía Rosa: "Te quiero/ Me gustas, pero soy demasiado tímido para decírtelo."

> Rosa roja: "Te amo."

El castaña estaba anonadado, pero al mismo tiempo rebosante de felicidad. Con una enorme sonrisa en el rostro, Luzu se fue a dormir.

Al otro día, el castaño compró una dalia violeta, un lirio amarillo , una rosa roja,  una violeta de parra y amarró todo con una hedera, también conocida como hierba. Se sentó en uno de los bancos en espera de su acompañante de siempre, hasta que llegó. Lolito llevaba en sus manos una peonía rosa y una rosa roja en la manos, mostrando un semblante nervioso en su cara. Borja se rió con ternura y le tendió el ramo al chico que amaba, al tiempo que recibía las dos flores que Lolo mantenía con sumo cuidado y delicadeza.

-Ésta vez, te entiendo, Lolo. 

Manuel se mostró sorprendido, y recibiendo el ramo, analizó las flores.

Dalia violeta: "Mi amor por ti es fuerte y crece cada día."

> Lirio amarillo: "Amarte me hace feliz."

> Rosa Roja: "Te amo."

> Violeta de Parra: "Déjame amarte."

> Hedera: Fidelidad

Luego de ver su regalo, Lolito levantó su vista hasta toparse con los iris chocolate del chico que le gustaba.

-¿Acaso...?

-Sí, Lolo. Entendí tu mensaje, y  déjame decirte... -Se acercó al chico con el pelo naranjo, y le tomó la cara con mano, mientras le acariciaba suavemente la mejilla con el pulgar- que sentimos lo mismo.

Y dicho eso, Luzu terminó con la distancia y besó a Lolito en un beso dulce, sincero y tierno; en medio de un hermoso jardín de variadas flores y muchos mensajes.

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Y con éste, se da por finalizada la semana Luzubowl. Espero que le hayan encantado las historias tanto como a mí escribirlas💞

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