"La Sirvienta" (JENLISA)

Capítulo 6.

JENNIE

Daba vueltas en la cama, sin conseguir dormirme. Decidí bajar por un vaso de agua, pero al servirlo, no pude resistirme y tomé unas golosinas que se encontraban al lado del dispenser. Me senté en el sofá a mirar una película, hasta que por fin me dieron ganas de ir a dormir.

Subía las escaleras con los ojos entrecerrados, hasta que un sonido extraño, proveniente del pasillo, me hizo estremecer.

-Mamá y papá, salieron a cenar... Y los empleados, tienen día libre...- repasaba en mi cabeza. -Ohh... Lisa.- Dije en voz alta, para luego seguir caminando. Había olvidado que ella vive aquí.

Abrí la puerta de mi habitación, dispuesta a entrar, pero otra vez, el mismo ruido, colmó mi paciencia.

-Ya... Es tarde, se supone que debería estar durmiendo y en el caso de que no, al menos debería hacer silencio. Lo que sea que está haciendo, se escucha por todo el maldito pasillo.- pensé, para luego ir en dirección a su puerta.

No lo pensé dos veces y abrí la puerta, encontrándome con la escena menos esperada. Lisa estaba en ropa interior, casi encima de una chica que se encontraba acostada en la cama, también en ropa interior. Nunca hubiese imaginado que esos ruidos tenían que ver con esto, pero pensándolo bien, tal vez eran gemidos de la chica desconocida.

Lisa, al verme entrar, se sobresaltó y se alejó rápidamente de la chica, tapándose con una almohada que se encontraba en el suelo.

Lisa: -Ohh... Jennie... Lo siento, yo...-

Jennie: -¿Qué haces Lisa? ¡Esta es mi casa. No puedes simplemente traer a tus novias aquí y acostarte con ellas. A demás, es tu lugar de trabajo, esto es una falta de respeto!- Dije realmente enojada.

Lisa: -Lo siento, de verdad lo siento Jennie... Yo... Podrías... ¿podrías salir un momento?. Déjame vestirme y yo te explicaré todo, por favor, te lo ruego...- Amé escuchar a Lisa rogándome, pero el enojo no me dejó decir nada más. Salí de la habitación y fui a la mía. Me recosté en la cama y me puse a pensar.

-¿Quién mierda era esa chica?... ¿Porqué Lisa estaba con ella así?... ¿En verdad iban a tener sexo?... Un momento... ¡Esto es genial! De seguro si le digo esto a mamá, la despedirán. Genial, idiota, te acabas de quemar sola...- Pensé con una sonrisa triunfante.

Golpearon la puerta y le di permiso de que pase, ya sabiendo de quién se trataba.

Lisa: -Ho... hola, señorita Jennie...- Dijo con la cabeza gacha, parada en la puerta.

Jennie: -Hace rato que no me llamabas así... En verdad tienes miedo.- Reí al verla tan inquieta. -Dios, siéntate. Me estas poniendo nerviosa a mí.- Se sentó en la silla del escritorio, que quedaba enfrente de la cama en donde yo me encontraba.

-Si... Ella... Ella ya se fue... Es una amiga. Vino a verme. Yo le había dicho que no, pero ya estaba aquí cuando me lo dijo, entonces la subí a mi habitación y... No se como pasó eso, en verdad yo no soy así, cuido muy bien mi trabajo y... En verdad, lo siento... Jennie, se que quieres que yo no trabaje más aquí, pero por favor, no le digas a tu madre. No se volverá a repetir esto... Por favor...-

Jennie: -Mmm... Está bien. Pero que no se repita... Puedes irte.- Noté la cara de sorpresa que hizo ante mi inesperada respuesta.

Lisa: -¿De verdad? ¿no me pedirás nada por tu silencio?- Dijo levantándose rápido de su asiento.

Jennie: -Esta bien, si eso es lo que quieres, entonces...-

Lisa: -No, no, no es lo que quiero. En verdad te lo agradezco, Jennie.-Dijo haciendo muchas reverencias.