CAPITULO 3
—Disculpe señor, tiene una llamada de la sede de Canadá, dice que es muy importante.—entra Rodrigo en la sala de reunión interrumpiendo.
—Toma la llamada en mi despacho, tendrás privacidad y está en el mismo piso— dice Armando –debe ser algo importante para que nos interrumpan de esa forma—
—Gracias padre, disculpen caballeros— sale Caleb a tomar la llamada. Cruzándose con Liz que en ese momento entraba con una bandeja con las bebidas para los socios que se encontraban en esa reunión. La mira con ira y ella prácticamente se pega a la pared bajando la mirada para no cruzarla con la de él. Eso lo pone más duro que nunca, pero qué diablos le pasaba con ella, no podía controlarse, cada vez que la tenía cerca y eso lo enfurecía más contra ella y contra él mismo. Gracias a los dioses fue interrumpido por esa llamada, no sabría si sería capaz de controlarse si se quedaba un minuto más en esa sala con Elizabeth revoloteando a su alrededor. En mal momento se tenía que enfermar Martha y dejarla a ella a cargo de asistirlo en la reunión, si lo hubiera sabido con tiempo hubiera escogido a otra persona para eso, aunque Elizabeth era la más cualificada para eso ya que le manejaba todas las cosas a Martha y estaba enterada de todo lo que se trataría en la reunión y sabia donde se encontraban todos los documentos y archivos que se tratarían ahí. En el momento en que sintió su olor, levanto la cabeza y la vio entrar cargada con todas las carpetas que entregaría a los socios, se quedó libido.
—Disculpe señor Ibáñez, yo los voy asistir en esta reunión debido a que la señorita Martha se le presento un inconveniente— Elizabeth hablo muy segura, se sentía muy capaz de ayudar en esta reunión había trabajado muy duro con Martha durante toda la semana preparando todo para esto y sabía todo lo que se iba tratar como si ella lo fuera a exponer.
—Claro Liz en un placer tenerte hoy acá con nosotros—. Le sonríe Armando, y empezó a rodear la mesa entregando las carpetas a cada uno de los miembros que estaban sentados en la mesa de reuniones, ganándose miradas admirativas de todos los hombres del lugar, incluso lograba ver como se le movían las aletas de la nariz tratando de olfatearla sin que ella lo notara o fingía muy bien no darse cuenta.
Cada vez estaba más cerca a él. Ni siquiera lograba escuchar lo que decía su padre, teniéndolo al lado el corazón le latía tan fuerte y el rugido que sentía en sus oídos no lo dejaban oír, respira profundo para calmarse, fue lo peor que pudo hacer su aroma lo enloquece. Cuando se da cuenta está a su lado dejando la carpeta que le correspondía frente a él y lo único que logra es emitir un gruñido tan bajo mirándola con ira. Ella solo atina a retroceder un paso y se pone tan pálida que pienso que se va a desmayar en cualquier momento. No pudo haberme escuchado solo alguien de su raza podría y tendría que estar muy cerca como su padre y hermano que estaban cada uno a su lado. Efectivamente Luke lo miraba disimuladamente, mi padre simula una tos.
—Liz querida, podrías traernos las bebidas, gracias— Le sugiere mi padre.
—sí, si se señor, por supuesto tartamudea Elizabeth. Saliendo con pasos a apresurados de la sala y mi padre sigue hablando de los temas a tratar como si nada, pero sé que saco deliberadamente a Liz para darme algo de tiempo.
Elizabeth no sabía lo que le pasaba, llevaba seis meses trabajando en la empresa Ibáñez, era un sueño hecho realidad, entre cientos de aspirantes ella fue elegida, y ahora no podía tirar todo por la borda porque le caía mal a uno de los dueños. No entendía por qué Caleb la desdeñaba de esa manera. En todo este tiempo si acaso se han cruzado cinco veces y el la miraba con una furia que la hacía estremecer y ni si quiera le hablaba, simplemente se daba la vuelta y se marchaba. Lo peor es que no lograba reaccionar, ella una mujer de armas tomar, que siempre se enfrentaba a todos que había logrado salir adelante sola de las peores situaciones que le presentaba la vida, que no le tenía miedo a nada y a nadie, simplemente bajaba la cabeza y se ponía a temblar como un corderito a punto de ser devorada por un lobo. En esos momentos solo deseaba que la tragara la tierra, por que paradójicamente a todo lo que le pasaba se excitaba tanto en esos momentos que se le mojaban las bragas algo que jamás en la vida le había pasado, ni siquiera con su novio Bruno. Y en esta última ocasión fue peor que nunca hasta juraría que lo oyó gruñir.
Bueno al mal paso darle prisa, preparo las bebidas según la lista que le había dejado Martha con las preferencias de cada socio, respiro profundo, solo es por un par de horas, solo ignóralo, bueno es tu jefe, solo rezar y esperar que no me echen de patitas a la calle.
Toma la bandeja y se dirige a la sala de juntas, estaba pensando en cómo maniobrar para abrir la puerta cuando se abre y sale Rodrigo sintiendo un mini alivio porque cuando va pasar el umbral de la puerta casi se estrella con Caleb, repitiendo la misma escena que siempre pasa cuando se cruzan y yo solo trato de fundirme contra la pared.
Respira Elizabeth solo son un par de horas, trato de darme fuerza a mí misma. Entro y empiezo a repartir las bebidas dando gracias de que Caleb se retiró de la sala, ojala fuera durante toda la reunión, pero eso es mucho pedir.
Cierro las persianas y enciendo el video Bin y cuadro la presentación que se encuentra en la laptop de Martha.
Pasan varios minutos y Caleb no regresa, empiezo a pensar que no va a volver y poco a poco empiezo a ser yo misma. Estaba tan distraída pensando en eso, que el señor Ibáñez, tuvo que llamarme varias veces para que lo escuchara.
—si señor dígame— le contesto sonrojándome.
—Elizabeth por favor traes los documentos de proyección de las sedes Europeas que se encuentran en la carpeta roja en mi escritorio— Luke no daba crédito a lo que escuchaba, Armando sabía que algo le estaba pasando a Caleb respecto con Liz y deliberadamente la manda hacia la boca del lobo.
—si señor— responde Elizabeth extrañada, ella misma había organizado la documentación y sabía que no necesitaba esos documentos, pero al jefe no se le critica nada, seguramente añadió otro punto a la agenda
—aaa y por fa dile a Rodrigo que venga— Eso confirmaba que algo planeaba Armando, pensaba Luke es obvio que no esperaba que ella regresara comprensiblemente necesitaba a Rodrigo para que ayudara con los pormenores de la reunión.
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LA POSESIÓN DEL ALFA
Hombres LoboCaleb es el futuro alfa de la manada y se está preparando para recibir el mando tanto de la manada, como el de las empresas familiares, con su pareja escogida por el consejo creía ya estar listo para liderar hasta que se cruza con esa chica humana c...